Capítulo 32

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La semana pasaba más rápido de lo usual, creo que el destino estaba a mi favor, me he comunicado con Micaela, luego de irse a casa de sus padres no hemos vuelto a vernos. Trato de que el aburrimiento no me consuma, traje muchos de mis utensilios a casa de Max, prácticamente he estado quedándome aquí, la mía no es muy segura por estos momentos. El golpe ubicado en mi cara se ha ido recuperando de manera exitosa, el doctor dijo que no dejará nada de marcas cuando sane totalmente, me molesta lo mínimo, al menos que presione con mucha fuerza. Hablo con mis otros amigos por el grupo, no quise que con todo esto que ha estado pasando se vean involucrados, hasta que no se resuelvan he decidido mantener alejados a los más cercanos a mí.

Los Blount estuvieron visitándome ayer, preparamos algo de cenar y pasamos un rato muy agradable, siempre vienen a saber cómo estoy y de no poder me llaman más de lo permitido, me encanta que me tengan tan presente, ya sí que me siento de la familia. Recogía todas las cosas que estaban fuera de lugar en la habitación, cuando escucho unos neumáticos sellar las calles, inmediatamente mi corazón comienza a latir muy rápido, joder, ¿qué hago? los militares y policías siempre tienen un arma escondida en casos de emergencia, ¿no? Pues ahora me tocaba buscar la de Max, ¿qué lugar sería el más estratégico para tener una? Piensa, Leona, piensa. Miraba alrededor de la habitación, unos pasos se acercan por las escaleras y sin titubear busqué debajo de la cama, y, ¡bingo! ahí estaba, me pongo detrás de la puerta, esto es de locos; aún no aprendo a disparar una, pero que Dios me ayude. Alguien intenta abrir la puerta y cuando lo logra, le apunto con la pistola.

-¡Mierda!

Max me arrebata el arma de las manos y me tumba al piso.

-Eres un tremendo hijo de puta —le digo, me suelta y me lanzo a sus brazos.

Lo beso y deja caer su pesado equipaje para sujetarme, para mí sus labios siempre tendrán un sabor a gloria, a paz.

-Mmm, ¿A qué se debe tanto amor? —cuestiona.

-Te amo, y me encanta demostrártelo.

-Yo te amo más.

Esta vez es él quien me besa, desliza una de sus manos por debajo de la ramera y me estremezco.

-¿Algún día dejarás de hacerme pasar estos sustos?

-Si te avisaba que vendría no tendría el mismo efecto, pero siendo sinceros, un arma cerca de mi cabeza no era la bienvenida que esperaba —contestó y volví a besarlo.

Estos son los encuentros que me gustan, los que están disfrazados de ternura, pero que guardan un ardiente deseo dentro.

-Estás muy dolorida, nena, no quiero hacerte daño.

-No, te necesito.

Me mira a los ojos, están apagados y el brillo que solían tener ya desapareció.

-Que no te de pena.

Atacó mis labios como lobo hambriento y en menos de lo que pensé ya tenía descubierto todo mi cuerpo. Es como perder la noción del tiempo, cada beso, cada roce que su cuerpo junto al mío es una explosión de sensaciones únicas e inexplicables. Cuando me toca me traslado de órbita, mis sentidos reaccionan por sí solos, él me controla, me calma. Sentirlo unido a mí hace que mis problemas desaparezcan. Es la medicina que siempre necesité, el bálsamo para el dolor y la cura de mis heridas. Max tiene el poder de hacer cicatrizar cada mal recuerdo cuando me hace suya, cuando me ama de una manera tan única, es mi ángel, y siempre me protege bajo sus alas.

Pero temo decepcionarlo, yo me iré a Boston, por encima de todo el mundo, era una decisión que llevaba unos dos días pensádola, y no hay marcha atrás. Ya no más llamadas, no más abuso, no más terror. Es hora de solucionar todo, ojalá y me cueste la vida.

Me cuerpo se estremece y llegamos al climax juntos. Uno nuestras frentes al igual que nuestro sudor.

-Eres lo mejor que me ha pasado —dice.

Un gran sentimiento de tristeza invade mi corazón.

-Tú también eres lo mejor que me ha pasado —acaricia mi rostro.

-¿Qué está pasando por esa mente tuya? Lo puedo ver en tus ojos.

-Me iré a Boston, Max, sola.

Sus ojos se oscurecen.

-No irás, y no se discute.

-No te estoy pidiendo permiso, te digo que iré.

-¡No vas! —Grita y estampa su puño en la mesita de noche haciéndole una visible grieta.

En acto reflejo, mi respiración se detuvo, y cuando volví en mí me llené de valor y lo desafié.

-¡Tú no eres mi padre! ¿Me oyes? Al diablo lo que digas.

-¡Pero soy tu pareja, te protejo!

-¡No me grites! —estoy tan enojada que siento mi cabeza explotar, se notaba en mi voz, y él sabe que hablo en serio.

-Si sales por esa puerta... —respiró profundo y no dijo nada más.

-¿Qué harás? ¿Me vas a pegar?

-No soy tu tío, él era quien se encargaba de pegarte —dijo de manera egocéntrica y le pegué en el rostro.

-Debería darte vergüenza —comencé a llorar—. Eso fue muy bajo para una persona de tu categoría, Maximus, yo tomo las decisiones de mi vida sin consultarlas con alguien. ¡Es mi puta vida! Y no necesito el consentimiento de nadie.

Sus ojos estaban rojos.

-Pues quizás sea tiempo de que sigas tomándolas tú sola —respondió y le salió una pequeña lágrima.

Me quedé helada.

-Perfecto —salí de la cama, me vestí lo más rápido que pude, con los ojos borrosos por las lágrimas y el corazón hecho una mierda.

Tomé las cosas que sabía que podía llevarme en el auto y lo dejé solo, cuando bajé por las escaleras pude escuchar como hacía de su habitación un desastre, y por más irónico que sea, terminé soltando la otra parte de mí, la más importante, para cerrar la puerta de un infierno. Y quizás ahora entiendo el sentido de la típica frase: "Cada quien tiene su parte en la historia". Creo que ya me enseñó a ser lo suficientemente fuerte para lo que viene, y también es probable que el enojo no nos permitiera darnos a entender como era debido, porque yo lo amo, pero hay cosas que es mejor hacerlas sin miedo y cuando estás dispuesto, porque por su temor a que algo me pase he vivido días sin dormir, con un idiota detrás de mí, y si eso quiere, eso tendrá. Escribo una pequeña nota y la dejo en el refrigerador con un imán para que no se caiga, miro por última vez la casa y un vacío enorme se abre en mi pecho. Mejor terminar así, resolvamos los problemas por tamaño, y como lo amo lo más conveniente era comenzar por el más grande.

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Holaa, éste capítulo aparece sin lecturas y votos por que es nuevo, como la historia está en edición es válido añadirles ciertos detalles, o correcciones. Espero que lo hayan disfrutado tanto como yo, el playlist lo pondré en mi perfil, ahí estarán algunas de las canciones que menciono en la historias y las que hice parte de la historia por el significado que tienen, con mucho AMOR de mí para ustedes, ¡que lo disfruten!

leysha_blue <3

Bajo Las Alas De Un Soldado©Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt