Mientras duermes | Larry Stylinson •Terminada•

"Deseos."

—Ocupas mas suerte de lo que crees.. -susurró en su oído.

—Explicame mejor. -suplicó.

—Sabes.. es arriesgado aparecer en un lugar con varias personas aunque la mayoria no pueda verme. -puso una expresión de estar recordando algo —La otra noche cuando fui a visitar a Anne, que por cierto la visito todos los meses desde mi muerte, nunca imagine que iba a encontrarme contigo y no esperaba a que me vieras. -sonó con sinceridad —Imagina si me cerrabas la puerta en la cara, hubier..

—Hubiera sido un idiota.. -completó Louis.

Ambos dejaron el balcón y subieron a la terraza de Lenkid, observaron todas las luces de la gran ciudad de Londres, era increíble.

Estaba todo tan quieto, apenas se podia oír vehiculos andar por las calles, no habia nada de viento que parecía una fotografía.

Louis deseaba hacerle una pregunta que tenia planteada desde hace horas, pero pensó que era demasiado pronto. No sabia como decirlo y como expresarse; para no herir sus sentimientos.

Simplemente no sabia como Harry reaccionaría.

Preguntar o esperar, el niñero escogió la segunda opción.

—¡Mira! ¡Harry! ¡mira! -exlamó Louis señalando el cielo —¡Una estrella fugaz!.

—¡Pide un deseo! -dijo regalándole una sonrisa.

—Listo.. ¿no vas a pedir uno?.

—No.. no puedo. -balbuceó.

—Oh, entiendo.. lo siento. -sonó con tristeza.

—No te preocupes, no necesito nada.. todo lo que quiero esta a mi lado. -se dirigieron la mirada, el paisaje que allí había no importaba, los ojos de Louis sólo se enfocaron en él.

—Dejame contarte que.. mi deseo se cumplió.

Perdieron la noción del tiempo de aquella noche con sólo ver reír el uno al otro.

Harry era dueño de una bellísima sonrisa enmarcada por sus rosados labios.

Aquella sonrisa que fue capaz de desconectar a Louis del mundo por completo.

Una sonrisa que le dejaba sin fuerzas pero de alguna manera le llenaba de fé y felicidad.

Una sonrisa que sin duda, opacaba el brillo de todas las luces de la ciudad.

Aquella sonrisa que a pesar de todo.. estaba viva.

Louis se asombró como el tiempo pasó tan rápido cuando fueron interrumpidos por un ruido que provenia de abajo, Harry ya no se encontraba en la terraza, se esfumó ante los ojos de Louis quien se encontraba sentado con la mirada perdida.

Miró la hora que indicaba la pantalla del móvil, era madrugada.

Lenkid entró a su hogar con su mujer y el niñero bajó lo mas rápido posible.

Louis recibió su dinero y se despidió.

Inició camino a su hogar y al llegar antes de dormir, miró la brillante Luna que desaparecería en pocas horas dando lugar al Sol. Su luz era más intensa que en otras ocasiones, le parecía más hermosa.

Recordó aquella imagen que habia visto en el hogar de la familia Styles, aquel niño pescando con un hombre a su lado, era él.

Dudas y deseos se formulaban en su mente y un sueño pesado se apoderó de todos sus sentidos.