Mientras duermes | Larry Stylinson •Terminada•

"Loco."

—¿Por qué no?

—Louis, abre los ojos.

—Los tengo bien abiertos.

—Louis, soy diferente a ustedes.

—Pero yo te quiero.

Harry lo miró confundido y desapareció delante de él.

Louis quedó solo en ese parque, de pie mirando a la nada.

Tiene miedo, temor a que todo se termine.

Él y Harry nunca van a estar juntos para siempre, eso lo sabe y le duele.

Se esta enamorando de la persona equivocada.

Harry ocupa su conciencia hasta que ya no queda nada de sus propios pensamientos.

Sus días enteros se reducen a él, una persona que conoce hace poco pero siente que lo conoce desde hace tiempo.

Lo quiere como para estar juntos toda la vida, aunque cree que esto es imposible. 

—¡Louis! -era Alan saltando -Louis, ¡aquí abajo!

—Alan -musitó tomandolo del hombro.

—¿Qué hacias de pie? -cuestionó —Estuve viendote de lejos y creo que estuviste como 10 minutos.

—Nada, Alan -soltó una risita —Vamos a casa.

Llegaron a casa, Alan se dio un baño y bajo corriendo por las escaleras. Su madre aún no habia llegado así que cenaron. Al terminar ambos con una mirada se comprendieron, la semana anterior habian quedado en mirar una pelicula. Inició y el pequeño estaba muy tranquilo. Mitad de la pelicula y el pequeño no hacia ningun gesto. Y finalizó, el pequeño no se habia asustado para nada. Alan no tenia sueño y Louis no se esperaba esto.

—¿No te asustaste?

—No -contestó Alan. 

—¿Por qué no?

—Me pareció aburrida, Louis -dijo terminando de tomar su bebida —No creo que existan espiritus. ¿Has visto uno alguna vez? -Louis se tensó por completo. 

—He visto uno -contestó imitando una voz terrorifica —Yo creo en ellos y pienso que hay buenos y malos.

—¿Y te asustaste? -cuestionó Alan sorprendido.

—Al principio sí, pero luego me acostumbre.

"Louis, ¿qué estas haciendo?" El niñero abrió los ojos como dos platos.

—¿Era bueno?

—Sí, por suerte.

"¿Soy bueno?" Louis soltó una pequeña risa.

—¿Crees que algun día pueda ver uno? -cuestionó el pequeño.

—Pienso que sí, pero ten mucho cuidado ¿si?.

—Esta bien.

Louis acompañó al pequeño hasta su habitación. Lo subió a su cama, le deseó buenas noches y cerró su puerta de a poco.

La voz de Harry era lo único que oía en los pasillos "Necesito hablar contigo" repetía arrastrando las palabras una vez, dos veces, hasta llegar a tres. Louis seguia su voz, bajando la escalera hasta llegar al patio trasero. Y logró verlo de pie en la oscuridad.

—¿Si? -fue lo único que dijo el niñero al salir del hogar.

—Me parece que las cosas se estan complicando. -sonó frío.

—¿Cómo?

—Si sigo aquí y si sigues hablando de mi a otras personas, quien sabe alguien te puede tratar de loco.

—Sinceramente no me importa si me llaman así. -contestó acercandose un poco más.

—Louis, no quiero que te lleven a un..

—No, Harry, no. -intentó detenerlo porque estaba muy seguro de lo que iba a escuchar.

—A un manicomio.

El niñero comenzó a caminar por el jardín levantando su vista al cielo.

—Cualquier persona se habría vuelto loco por ti. -susurró aún con la vista alta —Quiero saber que tu tambien estas loco por mí, como lo estoy yo de ti. -preguntó el niñero perdiéndose en los ojos del menor.

Los labios de Harry formularon una gran sonrisa con hoyuelos a sus extremos.

De pronto comenzó a llover, se miraron y ríeron sin saber que hacer.

Harry comenzó a correr y Louis lo siguió sin importarle la lluvia.

Suaves gotas caían como si nunca fueran a detenerse.

Alan se levantó a cerrar su ventana pero le llamó la atención que Louis corría solo por su patio.

Al final acabaron tumbados en el pasto uno al lado del otro.

El menor miró al mayor y susurró en su oído..

—Yo también te quiero.