Harry está muy enamorado de su promiscuo vecino William de su misma edad, el cual a su vez, tiene un hermano menor llamado Louis, el cual suspira en secreto por el ojiverde pero este tan solo lo ve como un niño.
Durante tres largos años Harry se va...
...—¿A dónde crees que vas negada?, ¡Apártate!, ¡yo iré primero!.
—¡Sacate de mi camino, estúpido!, ¡No, yo iré ahora!.
—¡Auch me arañaste, bruja!.
—¡Pues te fastidias!, ¡eres un maldito egoista egocéntrico!.
Louis salió de su habitación, tras escuchar los intebsos y molestos gritos y golpes de sus hermanos en el pasillo.
—¿Qué es lo que ocurre?, ¿Por qué estáis peleando?.
—¡Métete en tus asuntos enano!, ¡esto no incumbe!—le gritó William mientras sujetaba a Lottie.
—¡Ayúdame hermano!, ¡El maldito de Will quiere ir a presentarse a los hijos de los vecinos y yo también quiero ir!.
—¡Son demadiado hermosos no dejaré que te vean antes que a mi!—volvió a chillar el pelirrojo.
—¿Temes que ellos se fijen en mí y no en ti, tan poca confianza tienes en tu atractivo?—rió la chica burlándose.
—¡No!, ¡Pero eres tan mal perdedora, que seguro me dejas en mal lugar ante ellos!.
El ojiazul bufó molesto.
—¿Todo este jaleo es por eso?, ¿Acaso no podéis esperar a mañana?, William ere el mayor, es tarde y esa familia estará cansada del ajetreo de la mudanz...
William se detuvo inmediatamente, soltó a su hermana y se acercó furioso a Louis.
—Eres tan patético hermano, en serio me avergüenzas...¿Sabes?, un día te morirás solo, rodeado de gatos y enterrado entre tus malditos libros.... Anda, vuelve a tu maldita habitación y mete tu fea cabeza en tu estúpida lectura... ¡Y déjame tranquilo de una buena vez!.
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Entonces Lottie vio que los ojos de Louis comenzaban a aguarse, así que se acercó por detrás y se interpuso entre ellos.
—¡Déjalo tranquilo tú, Will!, ¡no le digas esas cosas, sabes que él es muy sensible!.
El pelirrojo rió con sorna.
—Que patéticos sois los dos, pero ahí os quedáis...yo me voy a conocer a esas bellezas ¡ADIÓS!.
La chica se giró y abrazó a su hermano mellizo el cual comenzó a llorar en su hombro.
—¿Por qué es tan malo conmigo?, yo no le he hecho nada para que me odie tanto.
Lottie suspiró.
—Lo sé hermano, lo sé.... Anda calmate ya y no le has caso. La verdad es que no merece la pena que derrames ninguna lágrimas por ese estúpido.
