Capítulo cuadragésimo quinto

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William estaba eufórico pues por fin había llegado el día en el que ejecutaria su venganza, ya que iba a aprovechar que sus padres habían salido en un viaje de tres días y estaría a solas con Louis.

El ojiazul llegó a casa después de pasar el día en la Universidad como siempre, entró en casa y subió a su habitación, estaba muy contento pues notaba al ojiverde cambiado para mejor y hasta empezaba a pensar que aunque su hermano ya no les hacía caso, éste no quería deshacer el acuerdo que tenían.

Poco después oyó entrar a William en casa, confiado en su cambio, dejó su puerta abierta pero cuando lo vio entrar con la mirada perdida, una sonrisa macabra en la boca y con el bate de béisbol en la mano, el ojiazul lo entendió todo.

—Will por favor no me hagas daño.

—Cállate estúpido....creí haber dejado claro que no anduvieses de puta con mi novio—le dijo cogiéndolo del pelo y arrastrándolo por el suelo.

—Por fa-favor Will, no me ha-hagas daño. N-No es lo que pa-parece.

—¡Te dije que te callases estúpido hijo de perra!—le gritó arrojandolo al suelo.

Louis estaba aterrado pero aún así intentó coger su móvil en la mesita de noche pero William se dio cuenta y con el bate le dio un fuerte golpe al mueble y lo destrozó.

—Levantate enano, sé un hombre por una vez en tu vida y no una llorona.

Louis obedeció y se puso de pie y luego se secó las lágrimas con la manga de la chaqueta que llevaba.

William rió sonoramente y balanceó el bate de un lado a otro entre sus manos.

—Reza lo que sepas enano, porque hoy será el último día de tu vida. Hiy desaparecerás de nuestras vidas y ni papá, ni tampoco mamá vendrán para salvarte.

—Po-Por fa-fav...

El primer golpe lo recibió en el estómago que lo hizo doblarse, el segundo fue la espalda y entonces cayó al suelo retorciéndose de dolor mientras escuchaba la risa de su hermano y el sonido de sus cosas haciéndose trizas.

Louis intentó levantarse pero William volvió a balancear el bate y tras susurrarle un escueto «adiós», le dio un último golpe en la cabeza que lo dejó tirado en el suelo en medio de un charco de sangre.

El pelirrojo le dio con el pie y comprobó que no se movía, así que salió canturreando y siguió con el plan.

William rompió todo lo que pudo de la casa y cogió las joyas de su madre y otras cosas de valor y las metió en bolsas de deporte que luego le paso a dos de sus amigos por la parte trasera de la casa.

Una vez hecho eso, volvió a entrar en casa, limpió las huellas del bate y lo dejó en el suelo del salón, luego fue a la cocina cogió un cuchillo con un paño y se lo clavó en el costado.

Soltó un gran bufido ahogado y acto seguido corrió con todas sus fuerzas hacia la pared estrellandose con ella y quedando noqueado por unos segundos.

William rió satisfecho y tambaleandose, abrió la puerta principal y salió hacia la calle buscando ayuda.

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😈😈😈😱😱😱😱 porfi, no me odiéis mucho !!!

23. Un novio de mentira. L.S (Terminada)Where stories live. Discover now