Los Últimos Reyne | Fanfic GOT

XCII. El Joven Lobo

Tierra De Los Ríos
Harrenhal

Sólo había permitido que Florian la acompañara a la audiencia. Entendía que ese enorme castillo era un lugar especial para el joven, al haber pertenecido a su ancestros. Además él fue reacio a la hora de imponer su ayuda, por más que Ellys le insistió que sería peligroso para cualquiera, él no aceptó que ella rehusara de un acompañante.

Harrenhal era la fortaleza más grande de los Siete Reinos, desde varias leguas de distancia ya podían divisarse las inmensas ruinas alzadas al borde del agua, como un acantilado gigantesco.
Antes de cruzar el risco, tres guardias a caballo, con el emblema del hombre desollado de los Bolton, se acercaron a los intrusos.

-¿Lannister o Stark? -preguntó uno de ellos.

-Vengo a ver al Rey Robb, soy Ellys Manderly, él me pidió que viniera a Harrenhal -respondió Ellys.

-Mi compañero preguntó si siguen a los Lannister o a los Stark -intervino otro de los hombres Bolton.

-Manderly... Manderly... ¡Eso es! Es Ellys Greyjoy, la esposa del traidor de las Islas de Hierro -el tercer jinete se adelantó a sus compañeros y acercó su caballo al de Ellys- Mi cuñado murió peleando contra su esposo... Me da igual, el hijo de puta nunca me cayó bien -soltó una risotada escandalosa- Pero los Greyjoy me caen aún peor -en un movimiento rápido, estiró la mano y apretó la mandíbula de la muchacha- Un rostro hermoso... Lindas tetas, espero que el Rey nos deje divertimos un poco con ella antes de matarla.

Florian se apresuró a retirar la mano del hombre del rostro de Ellys, desenvainó su navaja y le dio un corte preciso en medio de la muñeca.

Los otros hombres Bolton sacaron sus espadas, y se disponían a atacar, pero la voz calmada de un hombre hizo que se detuvieran.

-Lady Manderly, espero disculpe a mis hombres -el hombre que se acercaba por la ladera, tenía la piel tan blanca como la de un cadáver, la luz de la mañana se reflejaba sagaz en sus pálidos ojos transparentandos- Soy Roose Bolton, Señor de Fuerte Terror, el Rey Robb me pidió que la llevara a su encuentro.

-Mi lord... El vasallo de esa mujer atacó a Went -le dijo uno de sus abanderados.

-Ser Florian no es mi vasallo -lo corrigió Ellys- Y si lo atacó fue porque...

-Lo sé, mi lady. Entiendo a estos hombres, son poco más que bestias. Otra vez, le reitero mis disculpas -dijo Lord Bolton- Y en cuanto a Went, si su mano se ve muy afectada, cortensela. Lo haría yo mismo, pero no tengo tiempo.

Era una amenaza, tan clara como los ojos de Lord Bolton. Dicha con palabras suaves y tono gentil. Ellys sintió terror mientras cabalgaba detrás de él, de rato en rato cruzaba miradas con Florian, que aún tenía la mano manchada con la sangre de Went.

Al llegar a las puertas del castillo, Ellys se detuvo a contemplar el horrible armazón de piedra, derretido por el fuego de los dragones de Aegon "El Conquistador". La roca destruida le daba a la fachada el aspecto de una gran vela bañada en cera.

-Debemos continuar, Lady Manderly. Robb Stark la está esperando.

Harrenhal no era solo grande por fuera, por dentro cada construcción también era dantesca: los establos, la cocina, la herrería. Todo era diez o veinte veces más grande que lo común, incluso que los puestos de Kings Landing.

Ellys reconoció los emblemas que se apoyaban sobre las paredes: la estrella de los Karstark, el puño alzado de los Glover, el oso Mormont, el huargo Stark y el tritón verde de los Manderly.