CII. Valiente

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Kings Landing

Sansa había conseguido un poco de leche de amapola, sabía que no era suficiente para calmar el dolor por largas horas, pero ayudaría en algo, o eso esperaba.
Repitió el astuto plan de los días previos, fue sigilosa hasta la entrada de las celdas negras y esperó a que los guardias estuvieran distraídos para entrar por la puerta pequeña al oscuro calabozo.

Quería saber un poco más de Florian antes de dejar la capital. Loras pediría su mano formalmente en dos días, después de eso no pasaría mucho más para el matrimonio, y luego iría a Highgarden para convertirse en la Señora se El Dominio.

En las paredes, resonaba el eco de un silbido animoso, provenía de la celda del prisionero con nombre de bardo.

—Me alegra que ya se sienta mejor —lo interrumpió la joven.

—¿Quién eres? —preguntó él— Tu voz se me hace familiar...

—Soy... Soy Salysse... Estuve aquí hace unos días, le traje leche de amapola —deslizó el pequeño frasco por la hendidura de la puerta y oyó como él destapaba el corcho.

El hombre soltó un gruñido ahogado.

—Gracias Salysse... Necesitaba un poco de esto. ¿Otra vez has venido a encender las teas?

—No... Esta vez solo vine a darle la leche de amapola, y si fuera posible... —dejó escapar una risita nerviosa y se apoyó sobre la puerta de metal— ¿Podría hablarme un poco más sobre su amada?

Del otro lado, Florian empezó a caminar en círculos por el pequeño espacio que lo enclaustraba. Pensaba en Ellys cada día, sin siquiera esperanzas de volver a verla. Sin importar cuanto tratara de sacarla de su cabeza, no podía, quería hablar con ella, quería pedirle disculpas y volver a su lado, para poder cumplir ese sueño de marcharse al otro lado del Mar Angosto y comenzar una nueva vida.

—¿Por qué quieres que te hable de ella? —le preguntó a Salysse.

—Porque me gustan las historias de amor —contestó, avergonzada— Y por su nombre, no puedo evitar compararlo con el Florian de las historias...

—No me parezco en nada al Florian de las historias —replicó él— Y la mujer que amo tampoco se parece a Jonquil. Nuestra historia no comenzó en la orilla de un riachuelo. Me pagaron por salvar su vida, y después me pagaron por matarla.

Ella exhaló sorprendida. Le parecía terrible que ese Florian fuera un asesino, y no un valiente héroe como el de las canciones.

—¿Por eso está aquí?, ¿por haberla matado?

—Claro que no —negó él— Jamás podría hacerle daño... Es por eso que estoy aquí, traicioné a la persona que me pagó por acabar con su vida.

—Dioses... —exhaló Sansa, sintiendo una profunda pena por Florian— ¿Y cómo es ella?

—Ella es... Ni siquiera tengo palabras para describirla —rió— Cuando la conocí estaba completamente loca...

—¿Loca? —aquella no era la descripción que esperaba.

—No lo tomes a mal, Salysse —Florian aligeró el tono— Ella había pasado por una experiencia traumática. Mi deber era protegerla, al principio me arrepentí de haber aceptado ese trabajo, pero después...

Los Últimos Reyne | Fanfic GOTWhere stories live. Discover now