Historias Cortas De "Detroit: Become Human"

Como Conquistar A Una Tostadora

Se había quedado dormido en su escritorio, había estado toda la noche trabajando y al rededor de la cuatro de la mañana cayo en los brazos de Morfeo.

El departamento estaba vacío en ese momento, así que nadie se preocupo del descuido del Detective, se había quedado dormido con el vaso medio lleno de café, peligrando no solo su ropa, también el computador del departamento.

Por suerte para él, antes de la hora de trabajo habitual de los oficiales, llega un androide que al ver al lamentable humano en ese estado, no duda en ayudarlo.

Aparta el vaso de su mano y lo deja en un lugar seguro, lo acomoda en el escritorio y lo tapa con su chaqueta para que no pase frío en lo que queda de noche. Después de ayudarlo camina hacia su escritorio donde comienza a trabajar.

Las horas pasaron, ya es la hora de almuerzo, y el ruido de oficiales hablar hicieron despertar al Detective Gavin Reed, que se levanta con el cabello descuidados de sus brazos y mira para todos lados mientras bosteza y se estira.

—Buenas tardes, Gavin— dice la Oficial Tina pasando junto al escritorio de Gavin.

El Detective sólo se queja mientras se acomoda la chaqueta que está sobre sus hombros, se da cuenta de la textura extraña de la tela y la mira.

Su expresión de cansancio desaparece y un calor inunda su cara, rápidamente se la tapa la para que nadie se entere de que esta sonrojado. Separa un poco los dedos para ver al dueño de esa chaqueta.

Puede ver a ambos androides hablar junto al Teniente.

Otra subida de calor llegó cuando vio al dueño de la chaqueta que viste de camisa negra, una que puede ver su perfecta figura, aunque esta de espalda podía percibir su mirada fría y sus ojos grises que de vez en cuando mira al otro androide que le habla con entusiasmo.

Gavin ya está completamente enamorado de aquel androide, aúnque nunca haya intercambiado alguna palabra o por lo menos saludado, siempre se estremecía al verlo fijamente, en especial cuando actua de manera fría y antipática con el Teniente y su androide de mascota.

Gavin, sonrió internamente, sabía que esta sería la oportunidad para poder hablar con su amor imposible.

—Buenas tardes, Detective— dice el androide que tanto odia Gavin, por su manera tan amable.

Gavin solo desvio la mirada, odia con todo su alma cuando ese plástico se preocupa por él y no el que realmente quiere que le preste atención.

—Debería dormir en su cama, tiene un cansancio por estar trabajando hasta muy tarde— dice Connor, pero Gavin nisiquiera lo mira, realmente a penas lo escucho.

—Connor, vámonos, tengo hambre— dice el Teniente caminando hacia la salida.

—Nos vemos, Detective. Descanse— dice el pequeño androide mientras se despide con la mano y se va con su humano.

Gavin suspiro algo frustrado, le da rabia que ese androide siempre le desee felicidad siendo que lo ha tratado tan mal.

Un escalofrío recorre la espalda de Gavin, levanta la vista y ve esos hermosos ojos grises que tanto le gusta observándolo de manera fría. Gavin sonrió de manera nerviosa y falsa.