XXXIII-Ya estás tardando

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Narra Luis

Llevaba ya dos semanas sin hablar con ella.Esto era ya insoportable para mí.Quería arreglar esto de una puta vez,quiero despertarme y verla salir de la habitación despeinada,quiero aguantar sus piques sobre la edad,quiero volver a hacer esas guerras de besos en donde siempre terminaba ganando ella.Quiero todo eso pero sobre todo,la quiero a ella.

Seguía sentado en mi sofá,esperando que el tiempo rebobinara y nada de esto hubiera pasado.Un sonido me sacó de mi trance:número desconocido.Descolgué y respondí.

-¿Sí?¿Quien es?

-Cepeda,soy Ana.Vente a casa de Aitana pero ya.

-¿Le ha pasado algo grave?¿Está bien?- pregunté preocupado.

-No,no está bien Luis.Lleva más de una semana sin comer y sin dormir,sé que no quieres,pero necesita verte.

-Ahora mismo voy.

Me vestí como pude y las llaves de la moto.Hoy sería el día.

Narra Aitana

-Aitana cómete ya la sopa- me reprochó Ana

Yo simplemente miraba para el plato dándole vueltas con la cuchara.Imágenes vividas con Luis pasaban constantemente por mi cabeza desde hace dos semanas.

-Aitana por favor hazme caso.

-Odio mi vida.

Seguí revolviendo la sopa hasta que tocaron el timbre.

-Voy yo- dijo Ana levantándose de mi lado.

Abrió la puerta y entró...No,no podía ser él.Le miré con dolor y volví a bajar la cabeza.No me atrevía a mirarle,me sentía demasiado culpable y avergonzada por todo lo que había hecho.Las lágrimas caían por mis mejillas mientras él seguía esperando a que dijera algo.

-Luis yo...- no pude continuar y me derrumbé.

-Anda,ven aquí- me rodeó con sus brazos acariciándome la espalda con su mano.No me esperaba para nada esa reaccion por su parte.Me aferré a él lo más fuerte que pude y volví a sentir esa tranquilidad que siempre me daba su olor.

-Lo siento muchísimo de verdad - dije sorbiendo la nariz

-Aitana,no vine aquí para hablar de eso,¿vale?- dijo mientras me secaba las lagrimas- Vengo por ti.Tienes que comer,tienes que dormir,tienes que estar bien.

-¿Cómo puedo estar bien si es que cada día me siento más culpable por todo lo que pasó?

-Mira,yo estoy aquí.Si estoy aquí es por algo y necesito que estés bien,no puedes dejar de comer y dormir por mí.¿De acuerdo? -Yo asentí. Su tono era sereno,me daba muchísima tranquilidad y confianza al igual que su mirada.-Venga,comete la sopa.-hice un puchero-Aitanaaaa-reprochó - Sino no vengo más.

Accedí,cogí la cuchara y empecé a comer de mala gana la sopa,todo porque él estuviera aquí.

-Yo os voy a dejar solos- dijo Ana- Acuérdate de tomarte la pastilla Aitana.

-Sí,adiós.

-Chao amor,te quiero- cerró la puerta.

-Luis....sé que no quieres escucharme,pero por favor,necesito que lo hagas.

-No le des vueltas a eso,ya pasó.

-No- le corté - No me voy a quedar tranquila si no te lo digo.

-Está bien,te escucho- dijo acomodándose en la silla.

-Lo siento por todo- suspiré- Me he comportado como una puta niñata todo este tiempo.
Primero,por no haberte creído y no haber dejado que te explicases.Segundo por no contestarte a todas las llamadas y mensajes que me hacías.Pero,lo pasé fatal por no verte,y por no poder abrazarte y en ese momento me di cuenta de todo lo que me hacías falta en mi vida.Luego,vino el puto Aitor a comerme la cabeza y,ya sé,es culpa mía por creerle,no me estoy escusando de nada.Sé que es culpa mía.Y por haberle creído he perdido al hombre al que amo,a ese hombre que me ha hecho sentir lo que nunca había sentido.Joder Luis,a veces me pregunto que qué cojones me has hecho.Has hecho que viese todas las cosas de otra manera,me has enseñado lo que es querer de verdad,me has cambiado la manera de sentir,a mejor.Ahora sé que te vas a ir,porque he sido una egoísta todo este tiempo y lo que acabo de decir no arregla nada pero solo quería decirtelo y quedarme a gusto.

-Aitana...

-No hace falta que digas nada.Puedes irte.

-¿Sabes lo que falta en la caja que te di?- negué con la cabeza- Esto- sacó la pulsera de su bolsillo-Por muy enfadado que estuviera,aunque no lo creas,la he llevado siempre encima. Sentía que me protegía pero me he dado cuenta que,es mejor que proteja a alguien que me importa.

Extendió su mano y me dio la pulsera,yo le miré confundida.

-Por si no lo sabias la persona que me importa eres tú- dijo riéndose.

-¿Puedo besarte?

-Ya estás tardando.

Siempre ha sido él   || AitedaWo Geschichten leben. Entdecke jetzt