A Tu Velocidad - Chriserick

Capítulo 8

Se quedó en silencio luego de que le dije eso - lástima que no pudimos correr ¿no?

- La verdad sí.

- Fumas ¿verdad? - pregunté tomando un poco de marihuana y unos papelillos.

- Claro, eso no se pregunta.

- Ten.

Se preparó su propio cigarrillo al igual que yo, siempre solía tener un poco de marihuana para consumo propio. Claro, no la tenía con intensión de quedar drogado e inconsciente, solo para darme un pequeño gusto.

- Sabes mucho de mi - di la primera fumada - pero yo no sé nada de ti.

- Averigua.

- Uy qué amable.

- Que quieres saber Vélez - dijo recostandose en el sofá mientras disfrutaba de su cigarrillo.

- Lo que me quieras contar.

- Yo creo que ya sabes que soy el mejor en LA, así como tú acá.

- Sí, lo sé.

- A diferencia de ti, yo no me conformo con poco, me gusta ir por otros rumbos dejando en claro quién soy.

- ¿A sí?

- Sí - sonrió de lado - si vas a Washington, New York o Chicago, pregunta por mí, te dirán de inmediato quién soy.

- Lo tendré presente - respondí.

La verdad me sorprendió escuchar eso, pensé que solo quería ganarme para fastidiar, pero creo que quería dejar a conocer su nombre por todo Estados Unidos.

- Deberías ir por esos rumbos, se gana mucho.

- Lo pensaré - reí - quizás si digo que soy tu amigo me beneficie aún más.

- Posiblemente, pero no eres mi amigo.

Negué con la cabeza, su astucia me agradaba bastante.

En lo que tiraba el humo, fijé mi mirada en su abdomen, su polera estaba algo levantada y dejaba ver un pedazo de su piel. Mordí mi labio inferior ante eso.

Yo no era de despreciar nada, yo le iba a todo, mujeres y hombres.

Sus ojos estaban cerrados, me levanté de a poco sin hacer tanto ruido y lograr llegar hasta él sin que se dé cuenta.

Agaché mi cabeza acercándome a su cara, tenía las intenciones de apoderarme de sus labios cuando abrió sus ojos, creo que hacía eso frecuentemente.

- Que atrevido.

- ¿Te molesta? - bajé mi mirada a su abdomen.

- Ya veo - rió - ves un pedazo de piel ¿y te lanzas? - bajó su polera impidiendo que lo siga mirando.

- ¿Tú no?

- Depende.

- ¿De que?

- De la persona.

- ¿Enserio? - me senté encima de él tratando de no recargar mi cuerpo. Quité mi chaqueta y mi polera dejando a su vista mi piel. No era tonto, se dedicó a mirar bastante - ¿Y? ¿Te lanzas?

- No soy tan fácil - dió una fumada.

- Siempre hay una primera vez.

- Típica respuesta.

No perdí mi tiempo, metí mis manos bajo su polera acariciando su abdomen, él solo se dejaba sin hacer nada.

Apagó su cigarrillo volviendo la mirada a mi abdomen, pasó su lengua por sus labios para morder de ellos posteriormente.

Atrapé sus labios que me estaban provocando bastante, hace días y horas nos estábamos odiando, ahora quería hasta coger con él, me estaba tentando mucho.

- Te digo de inmediato - dijo en medio del beso - no me voy acostar contigo.

- ¿Seguro?

- Seguro, ya te dije que no soy tan fácil.

- Y dejar esa erección así - puse mi mano encima de su miembro - ¿creías que no me daría cuenta?