Capítulo 23 - Final

2.9K 285 58
                                    

Intentaba comunicarme con Erick casi todos los días, me dijeron que se encontraba corriendo en Nueva Orleans, otros incluso me dijeron que se encontraba en Las Vegas, no sabía que creer.

Yo seguía corriendo, no tan seguido como antes pero lo hacía, amaba esto.

Seis meses de extrañarlo a montones, fui un estúpido al hacer cosas sin pensar, perdí a la persona con quién quería estar.

Seguiría insistiendo hasta que me conteste, si llevo insistiendo varios meses ¿por qué darme por vencido?

Debería estar acostado, mañana tenía que ir al taller temprano para llevar mi auto a que le hagan su revisión.

Estaba quedándome dormido en el sofá, pero desperté de golpe gracias a mi celular.

"Tienes diez minutos para llegar al lugar en donde nos vimos por primera vez". Ví en la barra de notificaciones.

- Mierda - tomé mis llaves y salí lo más rápido que pude.

Conociendo cómo era si no llegaba en diez minutos era capaz de irse.

Hoy no era día de carrera, por lo que suponía que el lugar estaría totalmente solo.

Estaba llamándome, esperaba que siga ahí.

- Amor.

- Christopher ¿Dónde estás?

- Voy llegando.

- Ese voy llegando no me sirve, lugar exacto.

- Doblando en la última curva.

- Ya te veo. Detente.

- ¿Que?

- ¡Que te detengas!

- Está bien...

- Muy bien.

- Listo.

- Bájate y espera la señal.

- No te entiendo.

- Tienes un minuto para llegar hasta donde estoy yo, si llegas, me quedo.

Me bajé algo dudoso, no lo veía por ningún lado.

Ví dos luces a lo lejos, estaba subido en el plano techo donde acostumbraban a ponerse las personas para ver mejor cada carrera.

Las levantó formando una cruz, esperaba que el minuto sea suficiente para correr y subirme hasta ahí, era una locura.

En el momento en que bajó las luces me puse a correr, no sabía que lo hacía tan rápido o quizás el motivo me hacía sacar a flote esa velocidad.

No sabía por donde subir, daba vueltas como un tonto. Cuando pude hacerlo, me encontré con Erick que miraba en dirección a mi auto.

- No puedo creer que estés acá - lo rodeé con mis brazos - pensé que no te tendría así nuevamente.

- ¿Cómo has estado?

- No tengo esa respuesta, solo sé que ahora estoy feliz.

- No debería estar aquí, no debería perdonarte así como así - puso sus manos sobre las mías - pero los sentimientos creo que me ganaron.

- Ven acá - lo giré para abrazarlo - prometo, te juro que no te volveré a hacer daño, si lo hago seré yo mismo quién me aleje.

- ¿Ya no vas a intentar matarme? - preguntó dejando ver su bello rostro.

- Claro que no - le dediqué una sonrisa.

- Te extrañé - dijo abrazándome - después de esto no habrá otra oportunidad Christopher.

- Te quiero amor.

- ¿Eh? - volvió a mirarme.

- ¿Que? Eso eres.

- Es raro - sonrió.

Me acerqué a su boca apenas pude, era como si nuestros labios se estuvieran dando tiernas caricias.

- ¿Quieres... - dije en medio del beso - ser mi novio?

- Ahora sí, si quiero.

- ¡AL FIN! - grité lo más fuerte posible. Sentía su risa, lo que me hacía totalmente feliz.

- ¿Sin rivalidad?

- Sin rivalidad - deposité un beso - llegaste justo para una sorpresa.

- ¿Que? Pero si no sabías que iba a venir.

- Exactamente, no sabía, por eso dije que llegaste justo - sonreí tomando su mano - te encantará.

Caminamos hasta el auto tomados de la mano, aún me costaba creer que me dió una segunda oportunidad.

No sabía cómo llegó acá sin auto, era lejos a mi parecer.

- Tienes que cerrar los ojos - pedí.

- Pensé que era broma.

- Yo no bromeo con estas cosas, cierra los ojos.

Me bajé para abrirle la puerta, tomé su mano y lo bajé con cuidado.

- Espérame, sin trampas - besé su mejilla.

- Está bien.

Fui a preparar su sorpresa, llegó como caído del cielo, en el momento justo.

Lo guié un poco para que esté más cerca, necesitaba ver su carita.

- Abre los ojos - susurré en su oído.

- Naaaaaa - me miró - Christopher, no ¿es enserio?

- Es enserio amor.

- No no no, no puedo creerlo - se acercó con las manos en su cabeza - mi auto Christopher, pensé que ya lo había perdido.

- Me extrañó que después de ya sabes que - evité decir lo de los frenos - no preguntaras por tu auto.

- No puedo creerlo - avanzó a tocarlo, estaba como un niño con juguete nuevo. Lo miraba por todos lados viendo cada detalle.

- Los chicos me ayudaron, hace apenas unos días lo trajeron, quedó como nuevo ¿verdad?

- Ah te adoro - se tiró encima mío - bueno, a los cuatro, tus amigos son increíbles.

- ¿Quieres ir lento?

- ¿Que prefieres tú?

- Ir a tu velocidad, formaremos algo único, de los dos.

- Te quiero idiota - depositó un beso - ¿Damos una vuelta?

- Claro ¿por qué no?

- Supongo que tiene frenos - bromeó.

- Erick - bajé la mirada - deja ese tema.

- Estás más hermoso que nunca - peinó mi cabello - eres mi mejor carrera ganada.

- Tú la mía amor, somos los mejores en esto y así será siempre.

Bien dicen que las cosas buenas llegan cuando menos las esperas, insistí e insistí, quizás necesitábamos nuestro tiempo, era hora de competir, pero por nuestro futuro, por nuestro amor.

A Tu Velocidad - ChriserickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora