A Tu Velocidad - Chriserick

Capítulo 9

- Quita tu mano, no me hagas ponerme agresivo Vélez - advirtió.

- Tentador - mordí mis labios.

- Que gato.

- Un gato masoquista - respondí.

- ¿A sí? - dijo guiando su mano a mi entrepierna. Apretó un poco, la verdad si me hizo doler.

- ¡AAAAH! IDIOTA - grité saliéndome de encima - yo no te apreté.

- No que muy masoquista.

- Era broma, me dañas al Bryant.

- ¿Le tienes nombre?

- Es mi segundo nombre, por si te interesa saber - le lancé un beso.

Noté que se le habían quedado las llaves en el sofá, las tomé ya que quizás podrían servirme.

- Voy a dormir, cuando te dé sueño subes.

- Estás loco si piensas que me quedaré contigo - rió.

- Lo harás - dije seguro - te espero arriba.

Me quité la ropa para acostarme, apagué todas las luces del segundo piso a excepción de la de mi habitación.

- VÉLEZ MIS LLAVES - escuché sus gritos. Me cubrí el cuerpo entero mientras me reía - mis llaves.

- Deja dormir pendejo.

- A mí no me digas así - me destapó - necesito mi auto, dame las llaves.

- Búscala, si las encuentras te vas, si no lo haces duermes aquí conmigo.

- Okey, trato.

Estaba dejando todo desordenado, lo hacía a propósito de eso estaba seguro.

Veía como caminaba de acá para allá, comenzaba a marearme. Cerré mis ojos un momento, era tan terco que se demoraría bastante.

- Despierta - sentí una bofetada en mi mejilla - no te duermas.

- Ya acuéstate Erick - dije subiendo su cuerpo encima mío - deja de fastidiar.

- Está bien, pero porque quiero no porque me mandes.

- ¿Te quieres acostar conmigo?

- N-no me refiero a eso, me refiero a que... - se quedó mirando mis labios - que mierda te importa.

- No te enojes - quité su chaqueta para ayudarlo un poco - te ves mejor cuando sonríes, hasta me caes mejor.

- Puedo solo - quitó mi mano.

- Ay Erick, no seré el primero que te quite la ropa.

- Que sabes tú.

- Deducción.

Terminó por quedar igual que yo, solo en bóxer, fue imposible retenerlo encima mío, al menos ya lo tenía acostado en mi cama.

- ¿Por qué tan difícil? ¿No te gusta lo extremo? Lo peligroso - me pegué a él - puedo llenarte el estanque con mi manguera.

- Que idiota - rió.

- Mira - le enseñé las llaves e intentó agarrarlas - sh, sh, sh, quieto.

- Dámelas.

- ¿Las quieres? Está bien - las metí dentro de mi bóxer - sácalas.

Guió su mirada al único pedazo de ropa que tenía puesta en mi cuerpo, metió su mano rozándome un poco.

- A la mierda - dijo subiéndose encima mío.

Sus labios estaban haciendo pleno contacto con los míos, comencé a frotarme con él como un desesperado. Al quitar su bóxer preparé bien mi miembro y lo introduje en él.

- Rico aroma - dije mientras besaba su pecho.

- Tramposo - tragó saliva antes de seguir - b-buena cordinación.

Pasé mi lengua por su pezón succionando un poco, ví que estaba con sus ojos completamente cerrados y la boca medio abierta.

- No hagas eso - levantó mi cara al sentir que lo mordí.

- Eso - tomé aire - eso es por el Bryant.

- Yo no te lo mordí.

- Por ahora - ambos reímos por esa estupidez - ¿quieres estanque lleno?

- Termina afuera - respondió - y deja de decir esas cosas.

Dejamos de hablar para seguir con lo nuestro, por un momento pensé que no cedería, pero nadie se me puede resistir.