Infinita Necesidad De No Perder La Esperanza (Oneshots)

No volverás...

La fiesta de graduación, era la noche perfecta para Mikey Way, por fin se libraría del instituto del cual se había esforzado mucho para mantener siempre las mejores calificaciones. Rodeado de Frank Iero su novio y sus  amigos, todo marchaba excelente para él. Y como en toda fiesta de adolescentes, festejando, no podía faltar el alcohol, Mikey no suele beber pero sus amigos lo presionan y se anima a probar un poco de whiskey, tras varias copas el tímido Mikey comienza a desaparecer dejando a uno totalmente distinto.

Frank le hacía compañía en aquella fiesta, Iero era un buen chico, amaba a Mikey por sobre todas las cosas, pero hace un par de semanas algo había cambiado en él, el pecado, la infidelidad habían poseído su voluntad. Y no es que las cosas no fueran bien con Mikey, solo que el hermano mayor de este, siempre le había producido una atracción distinta a la que sentía por el menor, pero aquella vez se le había escapado de las manos. Las cosas con Gerard Way eran distintas, era una relación basada solamente en sexo, con Mikey las cosas eran serias, sus sentimientos hacia él eran puros, pero la había cagado olímpicamente.  No le gustaba mentirle, pero no podía controlar sus atracción hacia Gerard, ambos sabían que estaban mal al traicionar a Mikey pero les gustaba hacerlo y simplemente no sabían que hacer para parar.

El celular de Frank quedo abandonado cerca del alcance de Mikey, mientras el este iba al baño, su teléfono comenzó sonar con una oleada de mensajes. La curiosidad invadió al menor de los Way, comenzó a leer sus mensajes topándose con conversaciones de Frank y Gerard muy comprometedoras.

Su corazón está hecho añicos, su novio y su hermano, simplemente no lo podía creer pero ahí estaban las pruebas frente a él y por más que intentara no lograba procesarlo.

Los planes cambiaron drásticamente, se suponía que dormirían en un hotel, pero Mikey estaba demasiado molesto y solo quería ir a casa. Ambos subieron al coche, Frank repetía una y otra vez “Lo siento” pero Way solo lo ignoraba, estaba decepcionado de él y de su hermano.

― ¿Cómo has podido? ―Murmuro, haciendo una mueca de asco― Es mi hermano.

―Mikey, yo… ―Pero fue interrumpido por un grito del mayor.

― ¡Cállate! ―Pronuncio exasperado― No quiero escucharte, eres un mentiroso de mierda, un jodido traidor.

 El efecto embriagador del whiskey estuvo presente en toda la discusión, Mikey gritaba cosas hirientes, pero Frank se limitó a bajar la vista sin defenderse siquiera, sabía que su novio estaba ebrio, y que tenía toda la razón al estar molesto, después de todo la había cagado y lo que había hecho no merecía perdón.

Borracho y molesto, arranco el auto que permaneció aparcado hasta que se cansó de insultar a su copiloto, se puso en marcha conduciendo a toda velocidad por la carretera, ignorando su estado de ebriedad y toda sugerencia del menor. Volteo a ver al avellana con decepción y en ese descuido el automóvil cambio de carril, estaba completamente desorientado intentando remendar su equivocación, pero le resultaba difícil concentrarse en su borrachera y la autopista. De un momento a otro un coche hizo aparición y a pesar de los gritos de Frank, Mikey no puede librarlo y ambos automóviles colisionan.

Todos mueren, pero Mikey sobrevive y el recuerdo de Frank sangrando a su lado, con los ojos fijos en la nada, lo torturaba cada vez que cerraba los ojos, se arrepiente de aquella decisión tan imprudente, si tan solo no hubiera bebido, si tan solo no hubiera conducido ebrio, Frank estaría ahí, sonriéndole dándole apoyo, Gerard lo odia y él piensa que tiene razón en hacerlo, él debía morir no Frank. Su castigo es estar eternamente en una silla de ruedas, siendo odiado por quienes lo rodean, siendo torturado por su error, cada jodido día de lo que le resta de vida, y por más que piense en lo que no debió hacer, Frank simplemente… No volverá.

No volverás a soñar despierto 

No sentirás la brisa al pasar 

No encontraras estrellas fugases 

Olvidaras a que huele el mar 

No alcanzaras el sol con las manos 

Ya no sabrás cuando es navidad 

No escucharas la lluvia cayendo 

Nunca jamás, nunca jamás. 

 

«Buenas noches 

Aumenta el número de muertes en nuestras carreteras, el último accidente ha tenido lugar en la madrugada de este viernes. Un varón de 23 años que conducía bajo los efectos del alcohol se encuentra ahora en cuidados intensivos con lesiones irreversibles en la columna, su acompañante un chico de 22 años falleció en el acto, con esto serian 159 víctimas… »

No volverás

A soñar despierto

No sentirás nunca, 

Nunca jamás.