Infinita Necesidad De No Perder La Esperanza (Oneshots)

El final marca el inicio

Sus ojos lloraban amargas lágrimas y sus puños eran apretados con tanta fuerza que lastimaban su piel y es que el pequeño Mikey Way estaba molesto, furioso con la vida, con el mundo, un mundo en el cual por más que intentará no lograba encajar. Seco sus lágrimas con violencia e inmediatamente se arrepintió de haber presionado con tanta fuerza el hematoma en su ojo y es que aquel moretón en su ojo no era otra cosa más que lo que el pobre Mikey tenia que soportar todos los días en la escuela. Estaba harto de ser golpeado, humillado e insultado solo por ser diferente, por llevar anteojos o simplemente por que le resultaba divertido al grupo imbéciles del equipo de fútbol, pero para Mikey no era nada divertido.

Caminaba sin rumbo por las calles de Nueva Jersey, con los puños apretados y lágrimas en los ojos, había salido de su casa con la intención de no volver nunca más pero el sol comenzaba a ocultarse y llovía, y Mikey aun no lograba encontrar su final. Fue hasta que la lluvia disminuyo un poco cuando una idea y una opción se atravesó en su mente, había un puente y un río debajo de el, la corriente era lo suficientemente fuerte como para ahogarlo si el no oponía resistencia y no planeaba hacerlo.

Se paro frente barandilla juntando el coraje para hacerlo pero tenia miedo, no sabia que venia después de morir y le daba miedo averiguarlo, estaba furioso consigo mismo por no tener el valor para lanzarse y acabar con su vida de una puta vez. Suspiro exasperado y con cuidado se subió a la barandilla del puente, miro hacia abajo y cerro los ojos empezando a aflojar su agarre pero una voz lo detuvo.

— ¡No lo hagas! —Grito un chico rubio, con una perforación en la labio.

Mikey abrió los ojos y le miro antes de decir— ¿Porque no habría de hacerlo?

—Porque tienes una vida por delante —Contesto el rubio, avanzando lentamente hacia él.

—Tu no sabes nada sobre mi vida —Pronuncio entre dientes y la furia volvió a él— Tu no sabes nada sobre mi, entonces ¿Por qué interrumpes mi decisión?

—Porque esa no es una opción, tal vez no te conozco pero creo que eres mejor que ello —Apunto hacia el vacío y volvió a mirar a Mikey a los ojos y agrego— Dejame ayudarte.

El rubio extendió su mano acercándose a paso ligero hacia Mikey, quien estaba completamente asustado y sus manos comenzaban a resbalarse producto del sudor.

—Nadie puede ayudarme —El chico comenzó a llorar nuevamente y el rubio se acerco un poco más.

—Si me dejas ayudarte no dejare que nada malo te pase nunca mas —Mikey sonrió, era la primera vez en mucho tiempo que alguien le ofrecía ayuda incondicional.

—Yo, no quiero morir.

—Y no lo aras ahora toma mi mano.

Mikey se giro con cuidado para tomar la mano del contrario pero su otra mano resbaló y de un momento a otro se encontraba colgando del puente en el que instantes atrás había querido lanzarse. El rubio corrió a ayudarle a subir, las manos de Mikey estaban resbalosas y le era difícil al joven ayudarlo a subir, sujeto las muñecas del contrario y con ágil movimiento logro traerlo de vuelta con él.

Ambos estaban sentados sobre el suelo asustado y agotados. Mikey había estado tan cerca de la muerte y realmente no quería volver a estarlo.

El rubio de puso de pie una vez recupero el aire y extendió una mano en dirección a Mikey quien dudo al inicio pero la tomo y se levanto del suelo.

—Mi nombre es Bob —Dijo el chico rubio con una sonrisa.

—Mikey —Contestó de vuelta y sonrió tímidamente.

—Bien Mikey primero que nada, debes prometerme que no volverás a intentar nada así.

—Lo... —Vacilo unos instantes pero basto con ver a los perfecto ojos azules de Bob para saber que no necesitaría volver a intentarlo— Lo prometo.

El rubio sonrió y Mikey sonrió de vuelta, él había salido buscando un final  y había encontrado algo mejor... Un inicio.