Avengers Academy Things I

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11:00hs

-Ey él va a salir de esto. Creo que ha tenido palizas peores- sonrió Jennifer a su primo acostada en la camilla y con una curita en la frente que era lo único que tirarse sobre una bomba le había provocado.

-Él va a recibir una paliza mucho peor si no sale de esto- murmuró Bruce con la mirada perdida y la pelinegra rió.

La puerta sonó. Bueno, realmente fue golpeada con una furia avasalladora que hizo a ambos voltear asustados.

El chico salió.

-¿Quién..- empezó.

Jessica Jones traía su chaqueta negra arriba de la bata hospitalaria y las telas del torniquete chorreando sangre por todo el suelo.

-¿Tienes aguja de sutura?

Bruce se frotó la frente con cansancio.

-Yo te coso- dijo haciendo una seña a la contraria para que entre.

-¡No!- gritó- digo no- suavizó su voz- quiero ir con Trish yo puedo coserme sola, es más, ni siquiera me duele. Sólo quiero dejar de sangrar antes de verla porque va a enfadarse. Mi lista de prioridades es mi abrigo- se tocó la chaqueta- mi novia y luego mi pierna.

Bruce sonrió negando con la cabeza y pensando en como había conseguido Jessica su campera.

En la habitación continua una rubia con poderes de araña y una pelirroja chica con cola de ardilla hacían lo único que una chica con cola de ardilla y una con poderes de araña pueden hacer cuando hay una deidad nórdica y rubia hospitalizada entrando en depresión: contar chistes.

-Había dos pollos policías en un bar frente a un banco...

-Y en el banco entran a robar...

-Y entonces el primer pollo dice…- habló Doreen.

-¿Quieres que llamemos a-pollo?- terminó Gwen.

-¿Entiendes? a-pollo. Porque es un pollo y pide apoyo- explicó la pelirroja ante la falta de risas.

-Basta chicas creo que lo están deprimiendo más- pidió Lady Thor sentada en el sofá junto a la cama observando a su contraparte masculina mirar el techo callado y serio, muy raro en él.

-¿Ya van a decirme donde esta Loki?- preguntó entrelazando sus manos con la voz apagada.

Jane chasqueó la lengua.

-Bien chicas, que venga otro chiste- dijo y las contrarias volvieron a su salsa.

Thor rodó los ojos. Cada vez que las tres mujeres esquivaban la pregunta lo inquietaban más y más.