Adam
— ¡Chicos! ¡Vamos tarde! ¿Pueden darse prisa? —me acomodé el saco del traje porque era lo último que me faltaba, a la junta que tenía hoy no debía faltar por ningún motivo. "Publicidad Miller" es la empresa que junto con Marcos y Nico tuve la oportunidad de fundar, ambos mis hermanos, ambos mis socios. A pesar de ser un negocio "de familia" yo me encargaba más que nada de la contabilidad, por el simple hecho de que no tenía tiempo para asumir la presidencia al cien por ciento, el encargado de tomar y firmar decisiones en su mayoría era Marcos, siempre ha sido quién se dedica en cuerpo y alma a la empresa, podría decirse que ese edificio es su segunda casa, y aunque me gustaría hacer lo mismo no podría, mis campeones requieren tiempo mientras que a Nico solo le importa divertirse, invirtió más que nada para que mamá y papá no lo molestaran con el típico "no has hecho nada de tu vida"
— Creo que me manché el uniforme, pero... ¡Super papá lo arreglará! ¿Verdad? —me preguntó Jace con una sonrisa "inocente" en su rostro.
— Claro que sí, ahora al auto los tres.
Salieron del departamento en una fila, los tres cargando su mochila y la bolsa de papel con su almuerzo. Antes de cerrar la puerta lo vi, el desastre que se deja todas las mañanas, y no los estoy culpando solo a ellos incluso puedo ver una corbata mía en el suelo de la sala. Nota mental: Comenzar a buscar una casa antes de que explotemos este lugar.
El camino fue corto, pero con sus ya tan conocidos debates, su ventaja de ser tres es que las opiniones son tan diferentes que les permite conversar y conocer otros puntos de vista, lo malo es que los tres creen tener la razón y defienden su opinión a capa y espada.
— ¿Y qué tal si aprendemos a hornear este fin de semana? —sugirió Jared, por supuesto que no iba a suceder, pero, ¿Cómo se le dice a este trío de chiquillos que no?
— Eso no estará sucediendo, deben hacer sus deberes y estudiar este fin de semana.
— ¿Sabes algo súper papá? Me gusta más la idea de Jared, quizás podamos hacer... ¿Un poco de ambas? —sabía que estaban haciendo sus pequeños ojitos de cachorrito, a los cuales nadie excepto yo les puede decir que no.
Ahora fue el turno de Jace— Además, ¿Te imaginas cuánto te ahorrarías en pasteles de cumpleaños?
— Campeones, no podemos en este momento permitirnos ese tiempo el tío Marcos necesita mi ayuda con la empresa y todos sabemos que las responsabilidades son importantes.
Los tres suspiran enojados, incluso Jared que suele ser el más sensible de los tres tiene el ceño fruncido.
— Pero podemos ir al cine mañana—odio decepcionarlos, pero realmente trabajo lo menos posible y aun así el tiempo no me alcanza.
— No. Perdón súper papá, pero tenemos partido de soccer mañana en la tarde, gracias y ya sabes, las responsabilidades son importantes—Dolió, Jace tenía una habilidad para devolver cada golpe verbal que se le lanzara a él o a sus hermanos.
Ya no dije nada, estaban enojados conmigo y lo comprendía aun puedo recordar el enojo que sentía cuando mi padre no tenía tiempo para mí, claro que ahora lo comprendo, conmigo éramos cinco hijos siendo yo el mayor de cuatro hermanos tuve la oportunidad de estar en el lado del hijo enojado por falta de atención y nunca imaginé que estaría ahora del otro lado ya saben del de papá responsable que debe mantener a una gran familia la única gran diferencia es que papá tenía a mamá, la mujer que más lo ama y apoya.
Mi mamá tuvo una influencia enorme en mi vida, mientras crecí fue mi soporte en muchas situaciones ahora temo que yo solo no pueda con ellos hoy por hoy solo son niños, pero van a crecer y yo no puedo brindar esa calidez que da una mamá lo vi con mi familia, no imagino a papá por su forma de ser siendo cálido y comprensivos, siempre hubo amor solo que el tenía su propia manera.
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Todo lo que nunca quise
RomanceLos Miller #3 Adam Miller es el mejor papá del mundo según sus adorables trillizos Jace, Jake y Jared. No hay nada que este súper papá no haga por el bienestar de sus pequeños. Pero ¿Que pasa cuándo el amor está frente a él y no se da cuenta? Esta...