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Darien era un hombre, mmm como decirlo, ¿Frío? ¿Meticuloso? ¿Sin sentimientos? ... Pues quizá sí, quizá no, lo cierto es que él era una persona afectuosa con sus seres queridos, paciente y comprensivo, detallista y encantador cuando se lo proponía. Pero obviamente este no era el caso, Serena Tsukino no era el caso, no era su caso... ¿Entonces que hacía meditando sobre esa idea loca que taladraba su cabeza una y otra vez?. Porque si, él tenía una idea clara desde hace unos años, instalándose firmemente en su cabeza desde que qué estuvo en Málaga visitando unos días a su hermana Rei y Nicolas que para ese entonces acababan de empezar en el caótico mundo de la paternidad. Quería un hijo, pero no quería compromiso, podía tener una aventura de una noche con un resultado "inesperado" pero tampoco estaba dispuesto a compartir su paternidad con ninguna intensa mujer, lo quería solo para él, él se encargaría de darle todo lo que él o la pequeña necesitara, todo el amor del mundo, sería el heredero de una gran fortuna. Pero no era así de fácil, no, tenía que pensar muy bien cada paso que daba sin margen de error, había pensado en todas las posibilidades y estrategias posibles, las leyes en Inglaterra eran estrictas en todos los aspectos, sobre todo cuando de infantes se trataba, Darien lo sabía.

Su infancia, su infancia no había sido traumática ni mucho menos, sus padres eran personas amorosas, calidad y amables, siempre dispuestas a dar sin esperar nada a cambio, ninguno de sus hijos sufrió carencias, físicas, mentales o emocionales. Jugó, corrió, tenía amiguitos, nada fuera de lo común. Él solo no quería lío ni complicaciones en su vida de sentido amoroso ¿Era mucho entender?.

En su adolescencia, era un estudiante ejemplar a nivel académico, dedicado y entusiasta, amante de los deportes y está por demás decir que hizo travesuras como cualquier joven, se emborrachó, tuvo aventuras y amoríos, buenos amigos y una que otra pelea, lo típico de jóvenes hormonales y llenos de adrenalina.

Cuando estuvo listo para ir a la universidad y buscando un poco de independencia optó por estudiar economía, y que mejor que la universidad de Massachusetts, Boston, en los gloriosos Estados unidos de norteamérica. Vivió los dos primeros años en el campus de la universidad y formó parte de los Delta Kappa nu una de las hermandades más populares de la universidad, arrasando con su belleza avasalladora y gran inteligencia. Los otros dos años vivió en un departamento cerca de la universidad, tuvo algunas novias con las que duró un tiempo prudente, y ahí entendió que no quería nada de eso en su vida, no era que no le gustara el sexo, por favor ¿A quién no le gusta? Si quería lo tenía, pero las quejas y los reclamos, esos los quería ¡Pero a kilómetros de su vida! Dar explicaciones ¡Nah! Él estába feliz así como llevaba su vida.

Miró el documento una vez más sobre su escritorio, era su plan, meticulosamente diseñado, sin errores ni fallas, estaba fríamente calculado, necesitaba, ahora quién estuviera dispuesta, alguien que necesitara algo verdaderamente de él, alguien que estuviera dispuesta a entregar a su propio  hijo a cambio de un trato que la beneficiase de tal forma que no volviera a molestarle más en su vida, que se sintiera conforme con el "trueque" que harían y que no tuviera la malicia para traicionarlo

Tenia una amante ocasional llamada Beryl, pero ella, primero se cortaria las bolas con un cuchillo sin filo que hacerle semejante proposición a la pelirroja que estaba en su cacería desde hace algún tiempo, pero que él le había dejado todo claro de una forma olímpica, además quién fuera la madre de sus hijos, debía tener lindos valores y personalidad amable y cálida, buenos genes, esos pequeños rasgos se heredan, que no tuviera problemas psicológicos o psiquiátricos, eso era importante, qué tal que se desquicie la susodicha en un futuro pronto, nadie quiere eso.

En fin, queria una mujer con un aura perfecta para incubar a su hijo de forma tranquila y que mientras estuviera en su vientre recibiera todo el amor de parte de su madre, es que había leído demasiado en internet respecto a la paternidad responsable, gran ironía ¿Cierto?.

Necesitaba a una persona, de echo ya la había encontrado, solo estaba apretando un poco y esperando el momento preciso.

Hagamos un trato Donde viven las historias. Descúbrelo ahora