ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 7 ❅

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- Oh, hola Rosé, claro que puedo, ¿dónde quieres quedar?.- Preguntó. Parecía sorprendida por mi cambio de decisión pero se la escuchaba feliz.

- Donde quieras, me da igual.

- ¡Perfecto! Entonces será una sorpresa.- Dijo con entusiasmo.- Prepárate, a las cinco paso por ti, ¿sí? Adiós Rosé.

Iba a decirla que parara de llamarme Rosé, pero ya había cortado la llamada.

Tenía tiempo hasta las cinco así que iría a ver a Nayeon y Joy. Necesitaba contarlas todo.
Además necesitaba ver que tal estaba Joy por lo de Yeri.

Joy se merecía a alguien mucho mejor.

Fui de camino al parque, seguro que estaban allí.
Tarde unos minutos en llegar y cuando las vi me dirigí hacia ellas. Estaban comprando helados en una heladería que habían abierto este verano.

-Hola chicas, ¿qué tal estáis?.- Miré a Joy, parecía que acababa de llorar.- ¿Joy estás mejor?

- No lo se... Yeri me ha llamado mil veces pero no he contestado, no quiero escucharla.- Dijo cabizbaja.

- Sí, hoy ha sido un día un tanto raro...- Dijo Nayeon abrazando levemente a Joy.- Nos tuvimos que ir del insti porque Joy empezó a sentirse mal y casi se desmaya.

-¡¿Qué?!- Dije asustada.

Sin duda parecía destrozada, eso me partió el alma.

- Con todo este lío se me olvido cenar y esta mañana no he desayunado, por lo que estaba sin fuerzas, pero ya estoy bien.

- Menos mal... tienes que cuidarte, ¿sí?- La dije pasando un mi mano por su hombro.

- Lo hará...- Nayeon se quedó un poco pensativa.- Oye Chaeyoung, ¿ha pasado algo hoy? Lisa me ha dicho que tienes novia.

Vaya, al parecer Lisa ya había dicho algo.

- No no, nada de eso.- Dije tranquila.- Simplemente conocí a una chica, Jennie se llamaba, y he quedado hoy con ella.

- Pues suerte en la cita.- Dijo Joy riendo.

- No es una...- Intenté negarlo pero el móvil de Nayeon sonó.

Se alejó unos segundos para atender la llamada y luego volvió.

- Joy nos tenemos que ir.- Dijo apurada.- Mucha suerte Chaeyoung, luego nos cuentas todo.

Se despidieron y fui caminando hasta mi casa.

Iba metida en mis pensamientos, y cuando llegué vi a Lisa en la puerta.
¿Estaba esperándome?

No, sería solo para contarme algo de Jackson otra vez.

- Hey Rosé, ¿puedo hablar contigo? Serán solo dos minutos, es urgente.

Me quedé mirándola. Estaba vestida con una sudadera que la quedaba grande, llevaba unos vaqueros rotos y nada de maquillaje.

Ahora mismo estaba hermosa, así tal y como era ella; tan perfecta.

- Esta bie...- En eso, mi móvil suena.

Era Jennie.

- ¿Jennie?

- Hola Rosita.- Dijo divertida.

Agh la detestaba, solo hacía esto para olvidar a Lisa.
Además, sólo iba a ser una quedada.
Solo una.

- ¿Qué quieres?

Soltó una risa.

- Paso por tu casa a recogerte en 5 minutos, adiós Rosé.

Colgué la llamada suspirando y miré mi móvil con asco.

- ¿Todo bien?

- Sí Lisa, sólo que ahora no puedo hablar, lo siento, he quedado con Jennie.

- Oh sí... lo entiendo.- Dijo desviando la mirada.

Parecía triste. Odiaba verla triste.

- Puedes venir cuando acabe, te lo prometo.- Dije con mi más sincera sonrisa para que se sintiera mejor.

- Está bien, adiós Rosé.

Se fue un poco decepcionada.

Ahora me sentía mal, no quería que estuviera triste.
Me odiaba a mi misma por intentar hacerla feliz cuando esto me estaba destrozando por dentro.
Dolía quererla.
Odiaba amarla tanto, porque ella nunca lo haría.

Si se daba cuenta de lo que sentía, me tendría asco por haberme enamorado de  ella y se alejaría de mí.

Pero yo no me enamoré de ella por su género, yo me enamoré de la persona que era. Simplemente me enamore de su persona y resultó ser una chica.
Yo no la amaba por su físico, que también era perfecto a mis ojos, yo la había empezado a querer por todo lo que ella era.

Se acabó, no iba a llorar.
Iría con Jennie y demostraría que podía estar sin ella.
Sólo esa noche iba a intentar olvidar.

Tenía que intentar vivir sin ella, porque amarla tanto me estaba matando por dentro.

ғᴀʟʟɪɴ' ғᴏʀ ʏᴏᴜ; ᴄʜᴀᴇʟɪsᴀ ❁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora