~20. Miedo y estrés (2)~

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Jonathan

Abrí la puerta de su habitación con el corazón a punto de escapar por mi boca. Mis latidos acelerados eran el único sonido que podían captar mis oídos, mientras me acercaba a la cama de Dessire con una prueba de embarazo oculta en mi mochila, y el miedo recorriendo todo mi cuerpo.

No sólo me preocupaba que me hubiese pedido que comprara algo como eso, también me inquietaba el hecho de que hace unas horas la habían encontrado desmayada sobre el piso del baño. Y que José tuviera que acudir a su rescate.

Deposité mi mochila en una de las esquinas de la cama, al lado de los pies de la chica de piel morena que yacía en la misma. Me acosté a su lado con extremo cuidado para no despertarla, pero fue en vano, en cuestión de segundos sus ojos marrones enrojecidos me enfocaron.

—Hola —murmuré, sintiendo como mi corazón se estremecía al percatarme de sus mejillas humedecidas. 

—Hola —correspondió mi saludo casi sollozando, al tiempo que pequeñas lagunas caracterizadas por el dolor y la angustia se formaban en sus ojos.

La acerqué a mí sin dudarlo para apaciguar su dolor. No era capaz de pedirle que mantuviera la calma antes sus sospechas, cuando yo me encontraba igual o más asustado que ella. Sin embargo, no me importaba lo que yo sentía en ese momento, solo pensaba en Dessire, en alejar su tristeza con tiernas caricias y en esparcir besos sobre su frente.

— ¿Trajiste lo que te pedí? —interrogó, cuando logré que su llanto cesara. Asentí al tiempo que ambos nos incorporábamos para sentarnos. 

Busqué la prueba de embarazo que se encontraba junto con mis útiles escolares, y se la entregué sin más preámbulos. Después de unos segundos Dessire se puso de pie sin mirarme, y se encerró en el baño.

Volví a acostarme, cerré los ojos y me concentré en respirar. Mordí mi labio inferior sin importarme que se volviera rojo, cuando empezó a temblar. Solo pensar en lo que nos esperaba a parte de volvernos padres tan jóvenes, estaba provocando que todos mis nervios estuvieran revolucionados.

Cinco minutos. Diez minutos. Treinta minutos. ¿A caso no pretendía salir nunca del baño? Me puse de pie. Estaba a punto de tocar la puerta cuando Dessire apareció ante mí con lágrimas recorriendo sus mejillas. Me percaté de cómo todo mi rostro se volvió pálido al pensar en lo peor.

—Negativo —dijo, mostrándome la prueba. La vida regresó a mi cuerpo, y sin poder contener mis impulsos la abracé.

Dessire se deshizo entre mis brazos, mientras reprimía su llanto para que Miriam no la escuchara, aunque ella se encontraba en el primer piso. No comprendía la razón por la cual continuaba sollozando, pero acaricié su espalda y seguí consolándola.    

—No quiero pasar de nuevo por esto —susurró entre quejidos. Comprendí de inmediato a lo que se refería. Debíamos dejar de ser tan descuidados, y tomar precauciones a la hora de estar juntos para evitar que se repitiera esa situación.

La acerqué más a mí en un claro impulso de protegerla. Era consciente de que mi responsabilidad de cuidarla era el doble, y me prometí ese día velar porque no volviera a preocuparse por nosotros. Y juré anteponer su bienestar sobre todo las cosas, incluso sobre nuestros locos sentimientos.

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Espero que lo hayan disfrutado. Cada vez se acerca más el desenlace de esta historia.

Bye. 😊😊😊

[Completa] Nosotros, Ella y Él (+18)Where stories live. Discover now