Capítulo 2

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Namjoon despertó por la mañana sobre su cama. Era el día del cumpleaños número 26 de una de las personas que más amaba.

Se levantó y directo se dirigió al baño a tomarse una ducha. Hacía un día algo soleado, de esos días que a Joon le encantaban, pero su apartamento seguía luciendo triste.

Namjoon preparaba su desayuno cuando comenzaron a llamar a su puerta. ¿Quién podría ser? Aún no conocía a nadie más que a su viejo amigo Yoongi, pero era aún muy temprano para que lo llegara a visitar, además de que se habían visto apenas el día anterior. Abrió la puerta, no había nadie. Estuvo a punto de quejarse al pensar que seguramente eran niños molestando, pero recordó que él hacía exactamente lo mismo cuando era pequeño.

Su teléfono comenzó a sonar desde la cocina y corrió hasta él; era una llamada de su madre.

—¿Mamá?— dijo tras responder la llamada.

¡Jonnie, mi pequeño Joonie!— gritaron con mucho entusiasmo al otro lado del teléfono.

—Ya no soy un pequeño, mamá. Pero buenos días— respondió con una risa.

Ah Jonnie ¿Si recuerdas de quién es el cumpleaños hoy? ¡26 años!

La madre de Namjoon jamás olvidaba el cumpleaños de SeokJin. Después de tantos años siendo madre de un gran fan de Jin, se había aprendido todas las fechas importantes respecto a él., y no podía negarlo, ella también amaba a aquel famoso chico.

—No podría olvidarlo— rió —y no menciones su edad, él dice que lo hace sentir viejo— se quejó.

Pues sabemos que aún es un bebé. ¿Cómo has estado? ¿Como celebrarás hoy?— preguntó su madre con una voz enternecida.

—Ahora que me llamas, estoy mejor. No tienes idea de cuánto esperaba una llamada tuya— suspiró —Y, no haré nada hoy, no tengo ningún plan. Si estuviera en casa contigo y mi hermana sabes que celebraríamos, aquí no conozco a nadie aún, y sabes que a Yoongi eso no le gusta— rió.

Es una lástima que estés tan lejos, si estuvieras aún conmigo hubiéramos podido salir a comprar algún álbum pero prometo visitarte en tu apartamento pronto, que en Seúl venden cosas aún más geniales.

—O quizás llegue yo a casa. Ya hecho de menos mi hogar y más a mi familia.

Sería increíble, pero deberías salir más a divertirte y conocer gente— la madre del castaño le envió un beso a través del teléfono.

Namjoon correspondió al beso que le había enviado su madre, respondiendo de la misma forma pero con una risa.

—Quizás lo haga

Mi Joonnie... Te extraño— suspiró melancólica —Bueno, me despido ya, no quiero robar tu valioso tiempo.

—No lo haces, sólo estoy preparando mi desayuno.

¡Haberlo dicho antes! Estoy distrayendo a mi grandioso chef, ¡podrías quemar la casa o quebrar algo por mi culpa! ¡Adiós pequeño! Te amoo~.

Namjoon rió por las divertidas palabras de su madre, y antes de que pudiera responderle algo, ella colgó. El chico dejó su teléfono de nuevo en la cocina y comenzó a caminar con un plato de cereal en sus manos hacia el comedor.

—Salir a divertirme— se dijo mientras trataba mantener el equilibrio mientras llevaba su cereal en manos —no lo necesito— se convenció —nada mejor que quedarme en casa escuchando a mi chico— continuó, refiriéndose a Jin.

Estaba ya sentado a punto de meter la primera cucharada de cereal a su boca, cuando un sonido comenzó a salir de su habitación. Era el sonido de alguien dando vueltas sobre su cama. Era imposible no asustarse, el sonido se seguía escuchando a lo lejos, así que tomó valor y con una cuchara en sus manos caminó en silencio hacia donde se producía el sonido. Abrió lentamente la puerta de su habitación, casi sin hacer ruido. Lo que se encontró fue con alguien durmiendo en su cama. ¿Alguien durmiendo en SU cama? ¿Qué era eso? O más bien ¡¿un desconocido estaba dentro de su casa?! Namjoon corrió rápidamente de regreso a la cocina por su celular y así llamar a la policía. Corría tan rápido y asustado saltando sobre las cosas que habían en el camino. Finalmente pasó sobre una pequeña caja. Era tan pequeña que no alcanzó a verla, haciendo que sus pies se enredaran con ella y él cayera contra la pared, golpeándose con fuerza la cabeza y quedando inconsciente.

[...]

Habían pasado unos veinte minutos cuando se vio despertando sobre su cama, con un gran dolor de cabeza. Joon no tenía ni idea de lo que había ocurrido. Tenía una sola imagen en su mente: una persona dentro de su apartamento. Se levantó alarmado por ese recuerdo y al salir corriendo de su habitación, de nuevo se topó con algo, o alguien, en este caso. Era prácticamente de su misma altura, con el cabello rubio y una hermosa sonrisa. Era... Era... ¿Kim SeokJin?.

Daydream • [NamJin] Where stories live. Discover now