Capítulo 4

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—¿Estás loco?— preguntó Namjoon —¿Tienes idea de lo que pasaría si te ven a ti en la calle, conmigo?

—Créeme que lo sé— suspiró —sólo quiero pasar un rato como una persona normal y tú me puedes ayudar ¡Por favor!— hizo un gesto tierno para convencer al menor.

Namjoon cerró los ojos, ver las tiernas facciones y expresiones de Jin lo mataban.

—¿Y cómo planeas ocultarte de tantas personas?— preguntó el menor.

—Eso déjamelo a mí— guiñó el ojo haciendo que Joon instantáneamente volteara hacia otro lado.

—¿A dónde quieres que te lleve?— preguntó el castaño.

—Sorpréndeme— respondió Jin, sonriendo.
 
Namjoon le devolvió una sonrisa un poco preocupada pero al mismo tiempo feliz, imaginando el lugar a donde lo llevaría. Un lugar tranquilo, donde el sonido de la ciudad y las personas no existía.

El menor llevaría a SeokJin cerca de la casa de un amigo, Yoongi. Ambos habían forjado una gran relación desde que eran niños hasta que hacía unos meses Yoongi se había mudado a un tranquilo lugar de Seúl. De cualquier forma, si Namjoon llevaba a alguien a su casa, para su amigo no sería un problema. 

—Súbete— le indicó al mayor mientras golpeaba el asiento trasero de su bicicleta y acomodaba un bolso en su hombro que llevaría al paseo.

Ambos chicos habían dejado el apartamento y se encontraban ya frente al medio de transporte de Namjoon.

—Hace mucho tiempo no me subo a una de estas— sonrió un poco apenado mientras tomaba asiento a espaldas del menor —por lo general alguien conduce para mí una camioneta.  
 
—Hoy será diferente— el castaño volteó a ver a Jin, quien al mismo tiempo ubicaba las manos en la cintura de Namjoon.

—Si no te tomo así, puedo caerme— río al ver el sonrojo del menor.

Esta vez aquella tierna sonrisa no pudo ser apreciada por Joon. SeokJin tenía un cubre bocas puesto, lentes oscuros y una gorra para ocultar su identidad. Aunque aquello tapara la mayoría de la cara del mayor, para Nam se seguía viendo hermoso.

Comenzaron a avanzar. Jin recostó su mejilla sobre la espalda del castaño, mientras también tomaba con más fuerza su cintura.

—¿A dónde me llevarás, Nam?

—¿Alguna vez has ido a un bosque cerca de un lago?— preguntó con la voz un poco alzada —realmente tengo miedo de que no te guste el lugar.

—Me gustará, ya lo verás— el rubio abrazó fuerte a Namjoon, haciendo que este se pusiera nervioso.

El camino se hizo largo para ambos ya que no cruzaron más palabras. La casa de Yoongi estaba relativamente cerca del apartamento de Namjoon, así que en menos de veinte minutos estaban a punto de llegar a su destino.

Avanzaban sobre una larga y solitaria carretera que yacía en medio de muchos árboles donde de vez en cuando pasaba algún auto. SeokJin se había deshecho de su cubre bocas, lentes oscuros y gorra y disfrutaba del viento que chocaba con su cara.

Un automóvil azul oscuro se asomaba a lo lejos. Jin ocultó su cara en la espalda del menor, y cuando el automóvil estaba más cerca, Namjoon frenó.

El auto estaba frente a ellos y el mayor estaba asustado. Por un momento se arrepintió de haber querido salir de nuevo al mundo.

—¿Nam? Por favor dime que no vas a visitarme— pronunció una voz desconocida acompañada de dos risas, entre ellas la de Namjoon.

—Y tú por favor dime que estás por regresar a tu casa, Yoongi— dijo usando voz de lamento.

—¡Ah, Namjoon! Enserio lo siento, voy de camino a hacer un trabajo. Regresaré hasta la tarde— dijo mientras centraba su vista en la persona que estaba tras el castaño —¿a quién llevas allí?

—Te explicaré luego— susurró —Ahora, necesito que me prestes tu casa por un rato.

—¿Acaso él es tu nuevo nov-

—¡Shhhh!— Joon interrumpió a Yoongi.

SeokJin rió por lo bajo, aunque el pelinegro no había terminado la frase entendió a qué se refería.

—¡Sólo prestame tu casa, por favor!— pidió el castaño a Yoongi.

El chico del auto se volteó hacia el asiento de al lado y dentro de un bolso negro buscó las llaves de su casa.

—Aquí tienes— el pelinegro le lanzó a Namjoon las llaves —sólo no me entregues ninguna habitación hecha un desastre— rió.

Namjoon no alcanzó a atrapar las llaves, envés, el rubio las logró salvar en el aire, dejando revelar su rostro y cerrando los ojos.

—¿Kim SeokJin?!— gritó Yoongi sorprendido —¡¿acaso a quien llevas allí es Kim SeokJin?!

—¡No lo creo!— gritó Namjoon mientras comenzaba a alejarse rápidamente del automóvil —¡Gracias por las llaves! ¡Prometo cuidar tu casa!

Daydream • [NamJin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora