XII. Fashion Week (parte 1)

4.2K 321 357
                                    


BUEN CHICO, TOM

XII. FASHION WEEK (parte 1)

El evento comenzaba a calentar motores. Múltiples personalidades del mundo de la moda habían acudido, incluyendo críticos de arte, diseñadores, estilistas y uno que otro invitado VIP (la mayoría empresarios, cantantes y actores). En general, durante esa clase de reuniones, se incluía a miembros honorarios involucrados en el capitolio de los negocios de ropa y éstos, a su vez, tenían el derecho de seleccionar invitados. Aunque el objetivo del Fashion Week era lanzar las tendencias de temporada, servía para cerrar contratos o expandirlos. Por esa razón, Chris había tomado el proyecto, a pesar de que su compañía no estuviera directamente involucrada en la moda.

Para un distrito tan gigante como Manhattan, albergar unas setecientas personas en una pasarela no era problema. Eso sin mencionar los trabajadores que solo fungían como guardias de seguridad, guardaespaldas, coordinadores del evento y los equipos de peinado y maquillaje en los remolques aparcados fuera del edificio.

Dentro todo era ajetreo total. A una hora de haberse abierto las puertas de acceso, el ambiente comenzaba a descontrolarse. Varios de los invitados armaban jaleo entre copas, proporcionadas por la compañía Buchanan's por supuesto, poniéndose al día, contando chistes, chismoseando, criticando por lo bajo a otros diseñadores. Normalmente el primer día no había pasarela, solo inauguración y como protocolo, discursos de agradecimiento.

En medio de toda la masa humana, se encontraban Chris y Tom acompañados de su grupo de amigos: la pareja Renner, Robert y Evans, viendo con peculiar diversión los despampanantes vestuarios de todos los íconos de la moda, uno más extravagante que el anterior.

—Si estuviera con seis copas más encima, juraría que ese hombre viene vestido de wasabi —no faltaba el buen humor de Robert.

—Sé más educado, por favor. Estamos en un evento grande —recriminó Evans, a lo que el mayor solo se encogió de hombros, terminando su bebida.

—Oye, Chris, ¿cuándo nos invitas a la boda?

El rubio carraspeó un poco, rascándose la cabeza, desentendido del asunto. Tom no tuvo tanta suerte, pues casi escupe el coctel que estaba disfrutando, el primero y último de la noche.

—¿Boda? —preguntó Jeremy.

—Wow, me sorprendí mucho cuando nos contaste de tu relación con Tom, pero no creí que sentaras cabeza tan rápido, big boy —dijo Scarlett, que solo se limitaba a tomar agua debido a su embarazo. —Enhorabuena por ambos

—Oh, señor... —expresó el inglés, colorado hasta las orejas por los comentarios, escondiéndose detrás de Chris, con la cabeza baja.

—¡No, no hay planes de boda! —aclaró rápidamente el australiano, llamando la atención de algunos fotógrafos del área. Decidió bajar la voz para continuar la charla: —Digo, aun no. Tom y yo tenemos poco de estar saliendo, además sería un desastre si la prensa se entera

—¿Qué? —Scarlett tomó a Tom del brazo para hablar con él, escudriñándolo con la mirada: —¿El cavernícola no te presentado como su pareja de manera pública?

—N-No... Pero está bien. Yo tampoco quiero darlo a conocer todavía —respondió cohibido Tom.

—¿Por qué?

—Sí, Chris, ¿por qué? —secundó Evans.

El australiano tenía cinco miradas sobre él. Vaya, a eso se le llamaba ser observado incómodamente. Los medios de comunicación no deberían saber de su relación por ahora. Apenas se desempeñaba exitosamente como presidente de una compañía, pero lo cierto es que el esfuerzo de los últimos diez años se pagaba caro si no era cauteloso con lo que los amarillistas consideraban "taboo" o "escandaloso".

Buen chico, Tom [Finalizado: Hiddlesworth AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora