Un nuevo comiezo

Misión

El amanecer daba sus primeros avisos.

Aun estaba oscuro, eran cerca de las cinco de la madrugada y hacia un frío que entumecía las delgadas manos de Sakura. Caminó mientras veía la calma de la villa, el aire que inspiraba le quemaba los pulmones debido a la gélidez que poseía. Pronto el sol se pondría y sentiría un poco de calor, pero mientras seguía sus pasos, no podía dejar de cuestionarse el porqué no se había abrigado mejor.

Llevaba su equipo de combate más una gruesa capa beige típica de Konoha. Tenía sus típicos guantes y solo había empacado lo necesario, no quería llevar mucho peso si iba a tener que caminar durante dos días. Un pergamino de invocación con algunas cosas para comer, y dinero suficiente. Se dirigió a la salida de la aldea organizando sus ideas. Iba a ver a Sasuke. Era demasiado temprano para estar hecha un manojo de nervios.

Hizo una lista mental de las cosas que definitivamente no haría durante el viaje.

-No le preguntaría demasiado.
-No sería una carga.
-No le gritaría.
-No caminaría demasiado cerca.
-Tampoco demasiado lejos.
-Diría solo lo necesario.
-No le preguntaría por el pasado.
-Ni por cuando iba a volver a la aldea.
-Ni si estaba saliendo con alguien.
-O si al menos sentía atracción por algún ser humano (A excepción de quizás Naruto)

Esto último fue una tontería.

Al llegar él estaba ahí discutiendo algunas cosas con Kakashi sensei. Ambos se callaron cuando ella estuvo demasiado cerca para oír y Sasuke le dio la espalda.

—Buenos días— Murmuró con un bostezo.

—Buenos días Sakura— dijo Kakashi animadamente. —Toma— le entregó una pequeña lámina vidriosa con luces hexagonales, —Es un dispositivo de rastreo. Nos va a permitir saber donde están tú y Sasuke y emite una señal si se encuentran en peligro. No creo que necesiten usarlo, pero por si acaso.

Sakura tomó el extraño objeto y lo guardó en su bolso.

 —Gracias sensei. No lo decepcionaré — Sasuke la miró de reojo. Ella no se percató.

—Bien, tengan cuidado— Kakashi palmeó cariñosamente su cabeza. —Confío en ustedes chicos.

Ambos asistieron. Comenzaron a caminar mientras la oscuridad del bosque se los tragaba.

Kakashi observó a sus dos ex estudiantes alejarse. Formaban un dúo peculiar, le recordaba un poco a su propio sensei y a su esposa, Kushina. Encajaban perfectamente el uno con el otro, ¿Cómo es que no se daban cuenta?

Una figura apareció a su lado.

—Quinta— murmuró sin voltearse.

—Kakashi. Veo que estas actuando de cupido con esos dos.

Lady Tsunade observaba la escena con diversión. Un punto negro y uno rosa que se alejaba era todo lo que se veía. 

—Para nada. Son cuestiones de trabajo— Era verdad. Para la gravedad del caso, necesitaba combinar las habilidades de combate y estrategia de Sasuke con el talento médico de Sakura. Un dúo perfecto para esa misión.

—Tuve esa misma idea hace poco— añadió pensativa. —Todo el mundo en esta aldea sabía qué tarde o temprano Sakura se iría con el Uchiha.

—Estamos hablando de mis alumnos, Quinta. Van de misión— Kakashi sonrió de medio lado.

—Creo que ya va siendo hora de que ese par este junto. Van a darse cuenta de que no pueden estar el uno sin el otro— Dijo Lady Tsunade.

—Son demasiado tercos— suspiró quejumbroso.