Un nuevo comiezo

Un vínculo de tres.

Cuatro meses habían pasado desde que Sasuke Uchiha se había enterado de que iba a convertirse en padre.

Su mujer había quedado encita y como es normal en el mundo ninja, casi la matan antes de él enterarse. Desde aquél intento de secuestro, se habían adentrado en el país del Rayo y tras arribar en la Aldea de la Nube procedieron a confirmar con un médico dicha afirmación. Era oficial, la pequeña familia Uchiha iba a recibir a un tercer integrante. Y Sakura llevaba un mes de embarazo para su sorpresa.

Decidieron entonces, estacionarse unas "semanas" qué se terminaron convirtiendo en cuatro meses.

Cuatro meses de maldita tortura para Sasuke.

No estaba preparado, se dijo a sí mismo. Sasuke podía luchar contra un ejercito, buscar estrategias para crear el plan perfecto, dominar a nueve bestias con colas. Crear una luna incluso. Pero no sabía como lidiar con una mujer embarazada.

El segundo mes había transcurrido entre vómitos y mareos, a Sakura le repugnaba todo, y no le apetecía comer nada. Se habían presentado ante el Raikage y le habían explicado el motivo de su estancia, y el gobernante prácticamente les había ordenado a gritos descansar en una de sus mejores propiedades. Y ni siquiera lidiar con ese irritante hombre enorme le colmaba tanto la paciencia a Sasuke como los cambios de humor de Sakura. Un día queria hartarse de manzanas, y a las dos horas las estaba vomitando. Se enojaba por vomitar, y ya no comía en todo el día. Después a media noche le daba hambre, y se enojaba porque no había comido.

Así transcurrieron los días, y a Sasuke todo aquél asunto le estaba volviendo loco.

Pero eso era una minoría si se comparaba con la bipolaridad de su esposa en su quinto mes de embarazo. No quería estar sola y lloraba porque extrañaba a todo el mundo, entonces Sasuke intentaba abrazarla y ella lo apartaba diciendo que tenía calor. Frustrado, una noche le había exigido que qué era lo que quería. A lo que ella simplemente respondió que no le gustaba esa aldea y que quería volver a Konoha.

Eso se encontraban haciendo en ese momento. Se habían embarcado en una nave hasta el pais del Viento y de allí iniciarian su trayecto hasta Suna, para descansar alli y luego emprender su regreso a Konoha. El viaje le tomaría unos dos meses y medio haciendo escalas, no podían permitirse viajar directo porque Sakura necesitaba descansar.

Y simplemente no se imaginaba su irritación al estar un mes atrapada en medio del mar.

Posterior a todo eso, Sasuke procuraba mantener la calma debido al desarrollo del embarazo, el cuál había resultado ser riesgoso. El que Sakura no tuviese sangre Uchiha y llevara una criatura con dichos genes en su vientre sí había resultado ser un problema, puesto a que la pequeña niña, (se habían enterado al cuarto mes que sería padres de una niña) estaba prácticamente drenando todo el chakra del cuerpo de su mamá. Lo cual como resultado dejaba a Sakura constantemente cansada, al punto de que habían días dónde ni siquiera quería dejar la cama.

Debido a ello él procuraba hacer su embarazo lo mas llevadero posible para su esposa. Sasuke había descubierto la fortaleza de ella en el proceso. Su estado físico se había reducido considerablemente y debido a los vómitos constantes había adelgazado un poco, y sin embargo, le aseguraba que traería a su hija al mundo sana y salva y que pondría todo su empeño en ello.

Justo en ese momento, él se encontraba en su camarote en el barco leyendo un libro a lado de su cama, donde ella yacía dormida.

Bajo la mirada para verificar que dormía aún, lucia un poco demacrada y habían ojeras bajo sus ojos debido al mal sueño. El constante movimiento del barco incrementaba sus náuseas, por lo que ella había decidido dormir el mayor tiempo posible mientras estuviesen navegando. Sasuke acarició su rosado cabello quitando los mechones que se esparcía por su frente sudada, y observó como la barriguita de Sakura subía y bajaba al mismo ritmo de su lenta respiración.