Capítulo 11: ¿Quieres ser mi novio?

550 12 2
                                    

Se formó un silencio incómodo, donde Gala mira hacia cualquier lado del hotel menos a los ojos de Joaquín mientras que Maia y yo estamos parados al margen de la situación. No obstante, ambos estamos somos conocedores de lo que ocurre: ella es Gala, su ex novia. Pero es un momento tenso, nadie habla y mi amiga evidentemente está sufriendo. Maia, por otro lado, me dirige una mirada y pregunta moviendo los labios sin emitir sonido: ¿Qué hace aquí? ¿La conoces? A lo que yo sólo asiento.

—¿Vos no tenés que salir hoy en la noche? Te invitaron a un gran evento, no tenés mucho tiempo para estar lista así que yo que vos me doy prisa—rompí el silencio acumulado. Ella comprendió al instante la indirecta, porque la verdad es que verla así me causó pena ajena.

—¡Cierto! Casi lo olvido, ayudame con las maletas, ¿querés?—cogió la primera valija que tuvo en frente pese a ser la más pesada y la arrastró como pudo hacia escalera ocasionando la risa burlona por parte de Maia—. ¿De qué te reís vos?

—Nada, sólo...—la observó analizándola y después negó con la cabeza sonriendo—. No me superás, debes dejar de usar tanto maquillaje y ser menos plástica. ¿Tan horrible te crees?

—No sé qué tengas conmigo pero te lo voy a aclarar ahora, sos una...

—¡Basta! Ya estuvo, Gala, vámonos—la tomé de la cintura para que se calmara, Joaquín fue hacia Maia y nos miraron desde abajo subir las escaleras.

Me sentí observado, aunque más vergüenza hubiera tenido si Gala hubiera montado un escándalo tal como una vez que no quiero recordar. Porque puede parecer angelical, pero no se confundan, es un peligro para la sociedad a veces.

Horas más tarde, decidí ir a buscar a Gala, quien seguro debe estar en alguna habitación del hotel desempacando y guardando su ropa. Cuando llegué a la última puerta al final del pasillo, opté por llamar a esta ya que se encontraba cerrada y tras obtener la aprobación de poder entrar, así lo hice. Ella estaba de espaldas viendo por la ventana, con las maletas en el suelo.

—¿No has desempacado?—le pregunté, Gala volteó a verme y entonces me percaté de su mirada, totalmente perdida en ningún punto en específico.

—¿Ah? ¿Qué?—echó su cabello hacia atrás sin tener idea de lo que acabo de preguntarle, hasta podría afirmar con demasiada seguridad que ni me escuchó—. Estoy... emm... ¡Ya acabé de desempacar! Estaba por guardar las maletas.

—¿En qué tanto pensás?—alcé una ceja, atribuyendo su actitud al reciente e inesperado encuentro de abajo—. ¿Sabés? A pesar de haber escuchado cientos de veces hablar a Joaquín sobre vos, no me di cuenta hasta recién hoy que eras vos. Siempre fuiste la famosa Gala de quien él hablaba y ni te reconocí, el mundo sí que es pequeño.

—¿Y sabés vos lo incómodo que es cruzarte a tu ex luego de mentirle descaradamente? ¡Y peor aún, vivir bajo el mismo techo! No, yo así no puedo—casi gritó, a punto de que le explotara el cerebro o algo parecido—. Ni si quiera sé por qué desempaco, al final voy a tener que ir a otro hotel.

—¿Le tenés miedo a tu ex?—reí por lo bajo para evitar que me oyera a la perfección.

—¡No! ¿Acaso nunca te ha pasado? ¿Ese momento incómodo en donde sólo quieres que te trague la tierra al chocarte cara a cara con una persona para quien no estabas listo? ¡No tuve tiempo para prepararme psicológicamente!—continuó gritando como nunca, eso me hizo pensar que estaba fuera de sí porque nunca la vi de esa manera—. Ah cierto, vos jamás has tenido novia, ninguna chica se fijaría en esto—me señaló de arriba a abajo.

Aliados 3Where stories live. Discover now