Capítulo 19: Enfrentamiento (Parte II)

301 7 15
                                    

Muchísima gente bailaba, algunas parejas habían empezado a besarse para después dar el siguiente paso en una de las habitaciones del hotel. Otras personas, bebían mientras se movían al ritmo musical, aunque el alcohol comenzaba a reflejar sus efectos.

Maia, acompañada por Mara, se abría paso en busca de Gala. La poción estaba lista para ser bebida. Sin embargo, no era la única con un buen plan pues su rival tenía consigo a una ser de luz bastante inteligente. El enfrentamiento dio inicio cuando ambas chocaron, Maia sosteniendo el vaso de alcohol y Gala sonriendo, aquella hipocresía que jamás tuvo, nació ese día.

—Hola, ¿qué tal la estás pasando?—preguntó ella, manteniendo la vista fija en Maia, quien rió por la bajo al creer que Gala no tenía conocimiento alguno de su plan.

—Bien, ¿y vos?—le sonrió Maia, también usando lo que fuera, menos transparencia. Parecían odiarse mutuamente—. Ella es mi hermana, Mara.

—Sos nueva aquí, ¿no?—Gala asintió a la duda de esta. Se mojó los labios en su bebida, teniendo como objetivo, hacer más creíble esa actuación. Luego tendría que dársela a Maia y no quería levantar sospechas—. ¿Qué es?—le interrogó Mara señalando su vaso.

—Fernet, quería vodka pero no encontré—respondió, y Gala volvió a mojarse allí la boca. Entonces ellas sonrieron, el momento que esperaban había llegado.

—Mirá, quisiera pedirte una disculpa, debí haberme controlado cuando vos llegaste—habló Maia con fingido arrepentimiento. La palabra perdón desapareció de sí por toda aquella noche. Ella sólo pensaba en venganza—. ¿Querés? Es vodka, justo lo que buscabas.

—No hay problema, cualquiera podría ponerse así—rió restándole importancia. Falsedad, eso reflejaron sus ojos y ni Mara pudo darse cuenta. Maia le tendió el vaso, Gala lo aceptó gustosa sosteniendo ahora dos en las manos—. Te lo cambio por esto, para que no te quedes sin tomar nada.

—Gracias, tampoco tenías que molestarte—tomó el vaso. Por su mente pasó la ingenuidad de Gala, contuvo una risa burlona al igual que Mara. Ellas sostenían el pensamiento erróneo de una Gala sin neuronas—. ¡Divertite! Iré a cantar un rato, si querés podés buscarnos luego.

—Estaremos por ahí—Mara señaló el escenario. Gala lo observó, sus ojos brillaron cuando se topó con dos guitarras que tenían la letra "M" en color dorado—. Nos vemos luego, adiós-se despidió ella dejando a su "víctima" sola.

Una vez que se perdieron entre la multitud, Gala corrió a la cocina y, tras cerrar con llave la puerta, botó el líquido al caño. Suspiró aliviada de no ser lo suficientemente tonta para creerle y esbozó una sonrisa, la cual sería borrada más tarde. Cogió su teléfono, llamó a Valentina entre abriendo la puerta intentando mantener la vista en Maia. Ella platicaba con Mara, aún lucía bien así que descartó el hecho de haberse tomado la exótica poción.

Valentina, quien adquirió hace poco un celular también, contestó indicándole que el lodo se encontraba listo.

—Sólo falta ella, tengo la cámara encendida... ¿Te imaginás cuántas vistas tendrá en Internet?—cuestionó Valen entusiasmada por el panorama que podría visualizar, grabar y registrar para siempre.

—Esperemos que se tome la bebida rápido porque ya...—Gala dejó de hablar. Maia acercó el vaso a su boca, seguro sedienta después de tanto platicar y se tomó todo el contenido en un largo sorbo.

—¿Acaso no puede ser más rápida? ¡Me estresa! Pero Milo es peor—soltó Valentina impaciente. Pese a esto, escuchar prácticamente nada del otro lado hizo crecer su veloz sospecha—. ¿Se tomó...?

—¡No dejó ni una gota!—exclamó Gala, finalmente, más sonriente que nunca. Sus palabras fueron música para los oídos de Valentina, ella sin dudarlo puso en marcha la grabación y cortó. Su amiga sabía bien qué seguía ahora.

Aliados 3Where stories live. Discover now