𝐀𝐆𝐆𝐑𝐄𝐒𝐒𝐈𝐕𝐄
❝ estoy intentando arreglarlo
y tú lo único que haces es evitarme.
y no entiendo por qué... ❞
❝ porque a pesar de que quería
odiarte, no podía ❞
Hace noventa y siete años desde que una hecatombe nuclear acabó con lo que quedaba...
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Asteria había aprendido a disfrutar del ruido. A aborrecer el silencio. Ahora agradecía cada pequeño sonido, las ramas rompiéndose, el viento, el canto de algún pájaro, el ruido del agua correr por el ruido.
Pero sin duda alguna, los lamentos de Jasper le rompían el alma.
Después de haber tenido una cena tranquila, hablando con Octavia, había decidido ir con Jasper y ayudar a Clarke todo lo que pudiera, que no era mucho. Aun así quería ayudar y sentirse útil.
Ver lo mal que Jasper estaba la hacía querer llorar. Claro que no lo haría. Se conformaría con sujetar la mano de Jasper fuertemente, a pesar de que estuviera más inconsciente que consciente, para darle apoyo.
Según Clarke, con medicina podría ponerse bien, pero Jasper lucía de todo menos bien.
Y sus lamentos comenzaban a molestar a aquellos que intentaban dormir.
—¡Qué se calle ya!
—¡Vuelve a dormir!
—¡Silencio!
—No les hagas caso-Clarke susurró con voz dulce-. Vas a superar esto, ¿de acuerdo?
—¿¡Puede morir simplemente ya?!
—¡¿Puedes cerrar tu maldita boca y dormir antes de baje yo y te haga callar?!—Asteria gritó, alejándose un poco de Jasper para no molestarlo al gritar. Asteria no supo si su pequeña intimidación había funcionado pero nadie volvió a decir nada así que se sintió satisfecha.
Los criminales habían visto como le había dado un puñetazo a Murphy, otro a Bellamy, y también había pateado la entrepierna de un chico, del cual no sabía el nombre, así que sabían que cuando Asteria amenazaba, lo hacía enserio.
Clarke se levantó y comenzó a acercarse a la trampilla de salida-. Voy a por agua limpia. Mantened un ojo en él.
Tanto Monty, quien se encontraba trabajando un poco más alejado de Jasper, como Asteria, que seguía al lado del mencionado, asintieron y vieron como Clarke salía de la nave.
Jasper comenzó de nuevo a gritar involuntariamente por el dolor y Monty rápidamente levantó la cabeza de su trabajo.
Asteria no sabía que hacer. Ella no era dulce como Octavia, ni sabía de medicina como Clarke como para ayudar a Jasper. Lo único que sabía es que no iba a quedarse viendo a Jasper sufrir por lo que, un tanto insegura, comenzó a acariciar su pelo, apartándolo de su frente y tarareó una canción que a su madre le gustaba cantarle de pequeña.
