𝐀𝐆𝐆𝐑𝐄𝐒𝐒𝐈𝐕𝐄, ʙᴇʟʟᴀᴍʏ ʙʟᴀᴋᴇ ¹

𝐱𝐢. ¿𝐝𝐢𝐬𝐟𝐫𝐮𝐭𝐚𝐧𝐝𝐨?

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¡CAPÍTULO ONCE! 

【CALMA】

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Dos días. Dos días habían estado paranoicos, vigilando cada paso que daban, esperando las represalias por la bomba que habían puesto en el puente.

Y no había habido ni una sola señal de ellos. No lanzas, no ataques, no muertes, nada. Pero, aferrándose al lado positivo, todos se habían organizado perfectamente.

El campamento siempre estaba siendo vigilado, jamás lo dejaban sin protección, todos los campistas se aseguraban de conseguir comida y mantenerla apta para comerla. Después de la epidemia, todo parecía ir a mejor y, a pesar de la tensión por saber que pronto la calma se acabaría, Asteria agradecía esos dos días de descanso que habían tenido.

Por lo menos había tenido tiempo de mantenerse ocupada para no pensar en la muerte de su madre. Porque sí, ya la daba por muerta. Bellamy le había asegurado que no habían supervivientes y no había ningún mensaje por radio. Si estuvieran vivos ya se hubieran comunicado con ellos. Por lo que ahora sabían que, oficialmente, estaban solos en la Tierra.

Así que, tras asimilarlo, Asteria había decidió que lo mejor era superarlo y no pensar en ello por lo que intentaba siempre mantenerse ocupada. Por eso se encontraba con Monty, clasificando las bayas y frutos secos según eran comestibles o no. Nadie quería que otra vez se lo colaran nueces jobi alucinógenas en sus provisiones de nuevo.

Y a pesar de que estaban trabajando, era imposible no pasárselo bien junto a Monty. Es más, de vez en cuando jugaban a encestar nueces en la boca del otro, gastando solo unas pocas para no quedarse sin provisiones. 

—¿Así que Jasper ha bajado por fin de su nube y ha dejado de ser un gilipollas con todo el mundo?—Asteria inquirió, viendo como Monty hacía una mueca.

—Bueno, sigue orgulloso de sus increíbles hazañas—el chico rodó los ojos—. Pero por lo menos ahora no se lo tiene tan creído. Oh, y he podido volver a la tienda que compartíamos así que...

—Si la necesitas, puedes quedarte con la mía—Asteria se ofreció, golpeando juguetonamente el hombro de Monty.

—Tu tienda es grande para una persona, pero no creo que dos quepan ahí.

Asteria carraspeó incómoda antes de volver a hablar, intentando evitar la mirada de Monty—. Yo no duermo en mi tienda.

—Asteria Floros eres una coqueta—Monty se burló, guiñando un ojo en su dirección—. Como todos parecen triunfar en el amor menos yo, sí, aceptaré esa tienda. Y puede que no lo parezca a simple vista pero, si Bellamy te hace daño, utilizaré mis conocimientos para hacerle pagar.