𝐀𝐆𝐆𝐑𝐄𝐒𝐒𝐈𝐕𝐄, ʙᴇʟʟᴀᴍʏ ʙʟᴀᴋᴇ ¹

𝐯𝐢𝐢𝐢. ¿𝐲 𝐬𝐢 𝐭𝐞 𝐛𝐞𝐬𝐨?

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¡CAPÍTULO OCHO! 

【LA EXCURSIÓN】

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Había despertado al sentir las caricias de Bellamy a lo largo de todo su brazo y lo primero que había visto al abrir los ojos había sido el rostro de él frente a ella. Sonrió por un momento antes de cerrar los ojos y esconderse entre las mantas para volver a dormir.

—Vamos, Asty—Bellamy insistió, con una sonrisa al ver su actitud infantil—. Tienes que levantarte.

Asteria sacó su cara de la almohada para mirar a Bellamy, analizándolo, logrando que él se extrañara—. ¿Qué?

—Es la primera vez que me llamas así.

—Y no será la última—Bellamy se levantó y se encaminó a la salida de la tienda—. Te espero fuera, tengo una sorpresa para ti.

Asteria se levantó de la cama con una sonrisa. Sin duda ese había sido uno de sus mejores despertares desde que llegaron a la Tierra. Se puso los pantalones y se calzó rápidamente sabiendo que Bellamy la estaba esperando fuera. Intentó peinarse un poco el pelo con ayuda de sus dedos pero se dio por vencida y se hizo una coleta antes de salir finalmente de la tienda.

Bellamy estaba apoyado en un árbol esperándola y cuando la vio salir se encargó de entrelazar sus manos y estirar de ella, llevándola en dirección a la nave.

—Esto es muy misterioso—Asteria se burló mientras ambos caminaban—. ¿Debería fiarme de ti?

—Creía que ya habíamos pasado la fase de "no confío en ti, te doy un puñetazo".

Asteria soltó una carcajada—. Aunque confíe en ti no dudaré en darte un puñetazo.

Por fin se adentraron en la nave pero antes de avanzar, Bellamy la detuvo y se puso frente a ella, impidiéndole la vista al interior.

—Cierra los ojos—demandó el chico, con una sonrisa. Asteria suspiró y rodó los ojos justo antes de hacer lo que el chico le pedía.

Notó como las dos manos de Bellamy se entrelazaban con las suyas y comenzaba a guiarla, sin ella saber a dónde. Se agarró fuertemente de sus manos cuando casi tropieza con algo.

—Perdón.

—Bellamy, como me caiga por tu culpa te juro que ese puñetazo del que hablábamos antes, llegará más pronto de lo esperado—lo amenazó, agarrándose esta vez a su antebrazo para tener más apoyo.

—Estoy seguro de que un puñetazo será lo último que querrás darme después de esto.

Notó como Bellamy sujetaba su cintura y la dejaba suavemente caer hacia atrás, sentándola en lo que Asteria suponía que era una silla. Fue entonces cuando él soltó sus manos y notó como se alejaba.