Capítulo 2.

118 16 1
                                    

En esos momentos solo podía pensar en una cosa; que si dieran el premio nobel al peor actor del mundo, sería a ti, Chūya. Y los otros por ciegos serían para tus subordinados y Tachihara.

De alguna forma ya había pasado dos semanas desde que vine por primera vez al bar, aunque iba con ropa larga para taparme las vendas, el perchero és tonto, no ciego; me había dado cuenta de que igual que tu horrendo sombrero que nunca te quitas, siempre venías aquí, como si hubieras hecho una juramento de vida para no ir a otro bar jamás; tengo mis métodos para saber si vas a otros o no.

Pero ese no es el caso; me sorprendía que nadie se diera cuenta de la tristeza oculta en tu interior, ¿nadie se preguntaba como alguien tan enano podía beber tanto "porque sí"?

Aunque lo peor no es la ceguera de tus compañeros, lo peor es tu propia ceguera. Es obvio que estas escondiendo la verdad hasta para ti, pero ya ni siquiera sabes cual es la verdad. Es suficiente con verte de reojo todo lo que haces para darme cuenta. Al fin y al cabo te conozco de toda la vida.

Confirmo que sigues siendo el mismo idiota de siempre.

Ya al darme cuenta de la hora, luego de un rato, discretamente me levanto de la silla para salir de aquell bar así sintiendo una mirada en mi espalda pero en seguida desapareció esa sensación, así sonriendo levemente. Tan despistado como siempre.

{Seisei arukōru} «Soukoku»Where stories live. Discover now