✦El cuervo y la serpiente✦ [CredencexNagini]

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Disclaimer: Fantastic Beasts and Where to Find Them y Fantastic Beasts and The Crimes of Grindelwald pertenecen a sus respectivos dueños. Sólo escribo por placer y sin fines de lucro

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EL CUERVO Y LA SERPIENTE

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╔╝PROMESA╔╝

Hacía años que no se bañaba en una bañera de verdad por lo que procuró disfrutar cada instante de ese pequeño placer. Nagini terminó de lavar su cuerpo y se secó con la toalla para luego ponerse el cambio de ropa que Tina le había prestado. El pantalón de vestir de color negro era suave mientras que la camisa blanca le quedaba un poco holgada pero no tenía de qué quejarse, pues ambas prendas eran mucho más abrigadas que la delgada tela del vestido azul que había estado usando esos días. Después de vestirse, tomó un peine que encontró sobre el lavabo y se desenredó el largo cabello negro. Usando horquillas, se levantó el cabello en un peinado alto, como el que usaba cuando tenía que actuar en el circo. Finalmente, tomó su ropa sucia del suelo y estuvo lista para salir del baño. Fue entonces cuando escuchó que Credence alzaba la voz.

― ¿Luego de todo lo que él me hizo pasar? ― reclamó él, de repente. No se oyó una respuesta. Nagini, con cautela, abrió un poco la puerta del baño para oír mejor ―. Tina... Grindelwald se aprovechó de mí, me insultó... es por su culpa que yo terminé transformándome por completo... fingió ser mi amigo y sólo estaba usándome.

― Credence, no dudo en lo que me dices es que... Grindelwald es conocido por saber cómo convencer a la gente para que hagan lo que él quiere ― explicó Tina, con un tono de voz que sonaba como una disculpa ―. En el tiempo que estuvo encerrado, tuvieron que cambiarle los guardias varias veces porque los convencía de liberarlo y la persona que lo ayudó a escaparse de la prisión era un funcionario de la MACUSA.

― Pero... ― quiso decir él pero Tina lo interrumpió.

― Así como él te manipuló cuando estabas en Nueva York ¿Lo recuerdas? ¿Recuerdas que le creíste todo lo que te decía? ―. Credence no dijo nada así que la mujer continuó ―. Yo no dudaría en que Grindelwald intentaría otra vez hacerte lo mismo.

― No ― declaró el muchacho, sonando terco y seguro a la vez ―. No dejaré que se meta en mi cabeza otra vez, no lo haré.

Un silencio volvió a pronunciarse en la habitación. Nagini decidió que debía salir del baño antes de que los otros dos se dieran cuenta de que estaba escuchando la conversación a escondidas. Con su vestido azul todavía hecho un bollo entre sus manos, la chica dio un paso fuera del baño. Sentados en el sillón, Tina y Credence compartían una intensa mirada, como si siguieran hablando pero sin decirse nada. El ambiente podría haberse cortado con un cuchillo. Tímida, la chica carraspeó para llamarles la atención.