Spideypool "Ven conmigo"

Capítulo 2

Narra Spiderman

Casi se me salé el corazón por la boca del susto, cuando se giró y pude ver su cara directamente. ¿Había estado en un incendio? Parecía doloroso.

-Lo siento por lo de Ally...

El miró hacia el ascensor, como si esperase a que ella volviese.

-Es difícil de tratar cuando se enfada.

-No pasa nada, se le pasará... Oye... ¿Quién es Spiderman?

Casi me ahogo respirando.

-¿No lo sabes? Sale siempre por la televisión.

Negó con la cabeza.

-No la veo demasiado... Pero parece que a Ally le interesa.

-Ven conmigo.

Lo sujeté de la manga, y lo llevé a la gran biblioteca del edificio. Allí guardaban una copia de todos los artículos y ejemplares de periódicos que habían sido sacados a la luz, y los que no.

Tenía una cara de sorpresa, que por algún motivo, hizo que sonriese.

Lo llevé a los ordenadores, y tecleé la palabra "Spiderman" en el buscador. Salieron un montón de sujerencias.

-Aquí tienes toda la información sobre Spiderman.

-¿Tengo que chapar todo eso?

-¿Qué?

-Oh, perdón... La vieja costumbre.

Se sentó frente al ordenador, dispuesto a leer al menos lo que ya estaba en pantalla.

-Yo ahora tengo que irme, pero espero encontrarnos de nuevo.

No me contestó. Siguió absorto con lo que ponía en el ordenador.

-*En fin...*

Salí del edificio, dispuesto a darme una larga ducha. La pelea contra aquel ninja me había dejado exhausto, pero había ido corriendo a la agencia para ser el primero en mostrar las fotos.

Narra Deadpool

En cuanto el chico se fue, me levanté dispuesto a irme. Solo le había hecho una simple pregunta rápida, pero el muy vago, en lugar de contestarme, me había llevado a aquel lúgubre lugar.

Quería ver a Ally, y hacer que se tranquilizase. Lo más probable es que estuviese delante de mi portal, esperando a que regresase.

Me encaminé hacia mi edificio, con miradas que juzgaban cada paso que daba. Agaché un poco la cabeza, para que la capucha me ocultase más. Aquella situación era muy incómoda para mí.

Una niña pequeña chocó contra mí, y trató de disculparse. Pero nada más levantar la cabeza, comenzó a chillar como alma que lleva el diablo.

Salí corriendo antes de que me señalasen con sus dedos, y me llamasen pedófilo o algo por el estilo.

Odiaba estar solo rodeado de tanta gente. Me hacía sentir como una mancha marrón en el techo, que habría que quemar (de nuevo) si se movía.

Apuré el paso para llegar lo antes posible.

Ally estaba donde había mencionado. Al verme, corrió hacia mí, y me abrazó.

-Me dejaste solo.

Me solté de su agarre, y entré al edificio. Ella me iba siguiendo, con paso apresurado.

-Lo sé... Lo siento...

Traté de ignorarla, pero tiraba de mi sudadera para llamar mi atención.