Capítulo 7

12K 1.4K 295
                                    

Narra Deadpool

Regresé a casa, aún con la sensación de tener a Peter apretándome el esternón. Debía ir al médico a comprobar que no tenía nada roto.

Subí a por algo de dinero.

-Al... ¿Tienes suelto?

-No, lo tengo todo bien agarrado.

-Vamos, vieja tacaña...

-¿Vieja tacaña? Cuando me devuelvas los billetes verdes que te presté, hablamos...

-Bueno, sé donde guardas el dinero. Así que gracias por dejar que lo coja tan amablemente.

Besé su frente, y recibí un bastonazo en la cabeza.

-¿¡Y eso!?

-Ni se te ocurra cogerme más dinero. Sal y busca un trabajo.

-¿Has visto mi cara?

-...

-Oh, ya. El caso es que soy horrible... ¿Quién iba a querer contratarme?

-Busca un trabajo que no sea de cara al público, y solucionado.

-Es increíble lo que piensas con tal de no darme dinero.

-Es un don. Hale, coge el periódico y mira a ver si hay algún empleo para ti.

A regañadientes, cogí el bulto de papeles que Al me ofrecía.

Me senté a su lado, y me puse las gafas de leer.

-No veo una mierda.

Me quité las gafas, y me dispuse a repasar los anuncios. La mayoría buscaban camarero o barman, o una mujer limpiadora.

Uno me llamó la atención.

-Se busca hombre fuerte para mano de obra.

-Ese mismo te vale.

Apunté el teléfono en una servilleta... Y lo tiré a la papelera sin que Al lo supiese.

-*Soy hombre sin oficio ni beneficio casi desde que nací, y nadie va a quitarme eso*

Mis tripas rugieron.

-Al, acabo de concertar una entrevista de trabajo... Pero no puedo ir con el estómago vacío... Así que...

-Ah... Coge lo que quieras.

-Te amo.

Besé su frente, y fui a por el dinero.

Salí pitando de la casa, antes de que la señora cambiase de opinión.

Compré dos chimichangas en un puesto callejero, y me las comí casi sin respirar.

-Oh, dulce manjar de los dioses... Gracias por honrar de tal manera mi paladar...

-Wo... Eso se ve como algo doloroso.

Una chica de unas gran domingas, se dió el derecho de tocar mi hermosa piel del brazo. Le bufé, y salió casi corriendo.

-Que pocos modales... Ahora tendré que lavarme con lejía...

Una Ally enfadada caminaba con paso firme hacia mí. Traté de escabullirme, pero me atrapó.

-*¡Malditos periodistas y su súper poder de acosador!* Oh, hola, amor...

-No, nada de "Hola, amor". Me has dejado en ridículo frente a toda la universidad.

-¿Qué? ¿Yo? No, no, debió de ser mi hermano gemelo malvado... Todos tenemos uno, créeme.

Pero por la forma en la que me miraba, algo me decía que no le había colado.

-No quiero que me vuelvas a llamar. No quiero volver a verte. Y ni se te ocurra acercarte a la universidad. ¿Entendido?

-Sí, señora.

-Y ahora, ve y piérdete.

Me soltó de malas formas, y tras una mirada llena de rencor, se fue.

-Ahora tendré que comerme otra chimichanga para pasar el mal trago... Así no hay quien adelgace.

Narra Spiderman

Después de comer, me dispuse a acabar aquel maldito trabajo. La vida me había dado una nueva oportunidad, y no iba a desperdiciarla.

Tras acabarlo, me sentí realizado y completo. Se me formó en el rostro una expresión de suficiencia.

Pero al acabarlo tan rápido, tenía el resto de la tarde libre. Sabía que Mary Jane estaba haciendo un reportaje bastante importante para su carrera, y que Harry tenía una tarde "padre-hijo", por lo que tampoco podría llamarlo.

Estaba aburrido, y no podía quedar con ninguno de mis amigos.

Pensé entonces en llamar a Wade, y poder conocerlo un poco más. Me parecía un tipo interesante. Pero caí en la cuenta de que no tenía su teléfono, ni sabía donde vivía, ni...

Y caí en la cuenta.

Yo no le había dicho mi dirección. ¿Cómo me había llevado entonces a casa? Quizás Ally se lo habría dicho, ¿pero por qué iba a hacer ella eso?

Miré por la ventana, con la mala sensación de que él estaría allí abajo, mirándome...

Pero en lugar de eso, me encontré al hombre de rojo con unos prismáticos. Se alteró al verme, y trató de huir. Saltó la valla pero golpeó un pie contra ella, cayendo de bruces al jardín de los vecinos.

Me reí.

Se levantó como con un resorte.

-¡No pasa nada! ¡Estoy bien!

Me enseñó el dedo pulgar, con señal de que no se había hecho daño, y siguió corriendo.

Pero me había quedado helado. Su voz, me sonaba de algo. De haberlo escuchado en algún sitio. ¿Significaba aquello que conocía a aquel acosador?

Tragué saliva, pensando en quien de todos mis conocidos estaría debajo de aquel traje rojo.

Narra Deadpool

Como se suponía que debía de estar en la entrevista de trabajo, me pasé por delante de la casa de Peter (con el traje, obviamente).

Tras aquella huída de mierda, súper vergonzosa, volvía a no saber qué hacer.

Y como parecía que Peter estaba libre, se me ocurrió invitarlo a salir.

Dejé el traje en casa, tratando de que Al no me escuchase (estaba profundamente dormida), y me vestí con algo más normal.

Por el camino, iba pensando en como le pediría a Peter para dar una vuelta.

Estaba hecho un manojo de nervios.

Sin darme cuenta, ya estaba frente a la puerta de la casa de Peter. Peté. Traté de librarme de las malas vibras que me ponían nervioso, cuando me abrió una mujer.

-Oh, disculpe, creo que me he equivocado...

-¿Wade?

A las espaldas de aquella mujer, apareció el cuerpecillo de Peter.

-Bueno, los dejo solos...

Y la señora desapareció en el interior de la casa.

-¿Qué haces tú aquí?

-Bueno... Estaba dando una vuelta... Y pasé por aquí... Y... Me preguntaba sí te gustaría dar una vuelta... Si no es una molestia.

-Solo una pregunta... ¿Cómo sabes dónde vivo?

Ahí fue donde mi capacidad de mentir cuando era niño se hizo visible de nuevo.

-Ah, bueno, una vez pasaba por delante con Ally, y me lo contó.

Estuvo un buen rato mirándome.

-De acuerdo, iré contigo.

Mi Wade interno gritó de alegría, y lo tuve que callar a palos, por si se escuchaba por fuera.

Spideypool "Ven conmigo"Where stories live. Discover now