— ¿...Y luego?
Me acomodé en mi asiento, tomando un sorbo de batido desde la pajilla.
— ¿Y luego qué?—pregunté, frunciendo el ceño.
— ¡¿Qué paso después?! ¡Quiero saber!—Jenna se interesó, apoyando ambos brazos sobre el mesón y apoyando su cuerpo hacia mi lado.
—Ah...—comprendí, sorbiendo otra vez más antes de hablar—Luego nada. Simplemente llegó Hobi con el perro y toda la magia se esfumó—formé una línea con mis labios—. Luego, lo de siempre, dormí en su cama mientras él se iba a dormir al sofá.
—Buh—Jenna hizo un puchero con sus labios—. ¡Es tan injusto! ¡Los chicos que nos gustan no se dan cuenta de que si nos gustan! ¡¿Por qué los hombres son así de tontos?!—golpeó su cabeza reiteradamente contra la mesa.
Le di un par de palmadas reconfortantes, dándole la razón.
—Los hombres son idiotas, Jenn...
— ¡Oye!—un tercero se unió a la conversación, haciendo un gesto de enfado, que fue reemplazado rápidamente por una sonrisa que le llegaba a los ojos. —No todos los hombres somos iguales, ¿sabes?
—Jimin...—le sonreí con tristeza.
No podía intentar siquiera estar deprimida, si tenía a una estrella brillante a mis narices; los ojos de Jimin estaban tan alegres que no pudo evitar contagiarme. El parecía estar un poco al tanto de la situación, puede que por Hoseok, por Jenna o directamente por mí, pues yo no era precisamente calmada y podía apostar a que todo el local (incluido el jefe de Jimin) estaba al tanto de la situación. Sin embargo, con su mirada de niño travieso, una polera básica blanca ajustándose a su musculoso torso, un delantal sucio atado a su cintura; no podía enojarme con él.
—Ah, Jimin ¿eres un hombre?—preguntó Jenna, haciéndose la sorprendia.
—JA JA. Muy chistosa, Jenna, de verdad, en serio—le tiró el cabello levemente, molestándola, antes de girarse a mi—. ¿Y tú, extranjera? ¿Por qué todos los hombres son idiotas, según tu?
—Ambas sufrimos amor unilateral, Jimin—Jenna dio un bocado al pastel de chocolate, MI pastel de chocolate.
La miré mal.
— ¿Unilateral? ¿Te gusta alguien, extranjera?—pareció sorprendido.
—Ya no sé qué creer, Jiminie. Creo que debería hacerme lesbiana. Desde hoy me van a gustar las mujeres—me enderecé en mi asiento, golpeando la mesa con un puño.
— ¡Pff, ojalá fuera así de sencillo! Si lo fuera, créeme, ya tendría novia hace mucho—habló Jenna, colocándole otra cucharada de azúcar a su café.
— ¿Quién?—preguntó Jimin.
—Pues yo.
—No, digo, ¿Quién te preguntó?
Jenna abrió la boca y los ojos como platos, indignada.
Dejé caer mi rostro en el mesón, del lado de mi cachete mirando hacia la entrada.
—Ah, no sé qué haré. ¿Es que los hombres no se dan cuenta de nada?
Jimin se giró hacia mí, ignorando a Jenna.
—No creo que se trate de eso, extranjera. Creo que si te complican tanto cosas así, podrías simplemente hablarlo, ¿no? Es mucho mejor eso, y que salga mal, a quedarse con ese pensamiento rondando tu cabeza por mucho tiempo más, ¿no? ¿Quién sabe, extranjera? Puede que dentro de poco recibas una confesión—me guiñó el ojo coqueto. ¿Qué quiso decir?

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Far from Sugar➳Suga; BTS
Fanfiction❝Si alguna vez, en tu miserable vida, hubo una mínima posibilidad de que llegaras a pensar que estoy interesado en ti, piénsalo de nuevo.❞ Min Yoongi era esa clase de chico con la que no se podría lidiar por más de treinta segundos si no querías ver...