La bella salvaje (Terminada)

Verdes como la selva

"Hay miradas que cambian nuestra vida

Por completo..."

Capítulo 2

P.O.V Clarke Griffin

Todos en el arca estabamos nerviosos ante la presencia de la salvaje. Pike la envío a encerrar en una de las salas de observación. No sabía con certeza hacia cuál de todas. Finn me habia interceptado en el camino y fue imposible seguir a mi padre hacía donde sea que le estuviesen llevando.

-Necesitaba hablar contigo, princesa.- me dijo Finn sujetándome, en ese instante no estaba muy interesada en conversar con él.

-No es el momento.- expliqué intentando zafarme.

-¿Cuándo lo será, Clarke? ¿Cuándo acabe la guerra? No sé si puedo esperar hasta ese día.- habló Collins, percibí cierto chantaje en su voz que me enojó. Le empujé del hombro para poder pasar.

-Entonces quizás no debas esperar.- resolví dirigiéndome al área este del arca, mi madre seguramente ya estaría al tanto de la situación y estaría preparando algún tranquilizante para mantaner a la salvaje relajada.

Miré por encima de mi hombro para comprobar que Finn no me había seguido. Estaba cansada de huirle. Lo nuestro no parecía funcionar y él no parecía verlo. No sabía como hacérselo saber sin herirle, escaparme parecía la forma mas sencilla.

-Clarke.- mi madre me salió al encuentro cuando estaba por entrar al área del laboratorio.

-¿Supiste?- cuestioné.

-Sí, hacia allá iba. Tu padre me dice que ya la han instalado. Preparé este relajante por si algo sale mal. Es mas fuerte que el de tu arma, la dejaría inconsciente por mínimo un día.- explicó mi madre, asentí caminando a su lado.

-No es como los demás salvajes. No parece una bestia.- le comenté fruncidndo el ceño, porque la imagen que tenía de los salvajes comenzaba a distorsionarse ante la llegada de aquella chica. Porque era una chica, podría tener unos diez y siete o diez y ocho años.

-¿Entonces no es un salvaje?- curioseó mi madre.

-Lo es, pero...no se parece a los que mueren todo el tiempo. Además, tiene sangre negra.- expliqué entre susurros porque no estaba segura de que otros se hubiesen percatado de ello y quizás así sería mejor.

-Necesitaremos una muestra de ser así.- susurró mi madre mientras llegabamos al área señalada.

Los dos guardias nos dejaron pasar sin preguntar. Eramos del grupo de confianza, parte de los lideres del Arca de cierta forma. Tras atravesar un pasillo llegamos a la puerta con el símbolo del arca: una enorme estrella. La puerta se abrió luego de que Abby colocase el código y del otro lado vimos a Raven, Pike y mi padre observando hacia la cámara de gesell.

Del otro lado del cristal estaba la salvaje. La habían atado de muñecas y tobillos a la pared. Tenía sangre seca en parte de su mandíbula, pero aparte de eso casi tenia rostro de niña inocente. Me crucé de brazos observándola mientras escuchaba las voces de mis padres y la de Pike.

-Es una belleza salvaje.- susurró Raven a mi costado, le miré y me limité a negar ligeramente sin dejar de observar a nuestra invitada.

-Es extraña.- admití frunciendo el ceño y acercándome más al cristal, sintiendo los pasos de la morena a mi lado.

Ocurrió de momento. Tomándome por sorpresa y logrando que mi corazón diese un enorme salto dentro de mi pecho. La salvaje abrió sus ojos. Clavando, sin saberlo, aquellos enormes ojos verdes en los míos. Era como observar la selva contenida en aquellos dos ojos que inmediatamente recorrieron su entorno.