Amor

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Capítulo 25

P.O.V Clarke Griffin

Habían pasado meses desde que Lexa recuperó su memoria. Cada día era una nueva misión, un nuevo descubrimiento y un nuevo misterio. Aunque todo parecía estar cayendo en su lugar con rapidez, todavía quedaban vestigios de las pasadas guerras. Pero a grandes rasgos, se podía decir que había cierta paz entre los terrestres.

Me senté junto a Raven mirando el campo de batalla mientras el sonido de las espadas chocando llegaba a mis oídos. La morena suspiró cruzándose de brazos mientras seguía con la vista fija en la pelea que se desarrollaba entre Anya y Costia. Escuché a la rubia terrestre maldecir y Rav soltó una risa que intentó disimular cubriendo sus labios con una de sus manos.

-Así que...es oficial.- comenté y Reyes me miró durante varios segundos antes de asentir.

-Ella quiere que realicemos la ceremonia de fidelidad. Es como una extraño ritual de matrimonio.- murmuró Rav, sus ojos se iluminaron al decirlo y me sentí feliz por ella.

-¿Y tu quieres eso?- pregunté

-Yo la quiero a ella. Le sería fiel con o sin la ceremonia.- comentó Rav encogiéndose de hombros.

Asentí mientras mis ojos se desplazaban de Anya a Costia y luego hacia el lejano horizonte. El cielo estaba pintado con los preciosos tonos del atardecer. El naranja parecía difuminarse hasta llegar a ser un opaco amarillo, y las tonalidades azules se combinaban con un delicado violeta. Un escritor decía que uno gusta de ver atardeceres cuando está triste. Yo suelo sentarme a mirarlos por la sola fascinación de contemplar la hermosura de los colores que pintan el cielo.

Me crucé de brazos y un suspiro escapó de entre mis labios. Esta última semana a sido larga y aburrida. Lexa lleva de viaje desde el Lunes. No había tenido tiempo dedespedirse de mi, Titus fue quien me avisó que Heda había salido urgentemente. Al parecer, uno de los grupos de la coalición pidió su ayuda con urgencia.

Entonces, con la mirada perdida en el cielo, me doy cuenta que llevo toda la semana mirando atardeceres mientras ruego internamente que Lexa se encuentre bien. Intento ignorar el miedo que se aferra a mi cuerpo cada vez que imagino que quizás Heda no regrese. Y quizás parezca irracional de mi parte desear meter a la ojiverde en una burbuja y alejarla de todo lo que pueda representar una amenaza; pero ya la había perdido en una ocasión.

Es difícil poner en palabras como se siente perder a alguien que amas. Pero quizas todo se resume en que una parte de nosotros se pierde con esa persona. Un pedazo de mi había muerto el día que creí que no volvería a ver a la ojiverde. Y cada vez que sale a uno de sus viajes, la incertidumbre y el miedo se apoderan de cada recoveco de mi cuerpo. Es complicado explicarlo, pero el sentimiento de temor e inseguridad es lo suficiente fuerte como para perseguir mis sueños. La cama no se siente lo suficientemente cálida y suave como para dirigirme al descanso. Mi mente evita el descanso y mi cuerpo está alerta...expectante...

Internamente todo mi ser grita que algo saldrá mal, que alguien morirá, que alguien se revelará. Cierto es que lograr la paz es un camino arduo, pero asimilarlo es un proceso aún más complicado que el primero. En ocasiones guardamos demasiadas grietas, demasiados recuerdos, demasiada experiencia.

La tierra no nos había ofrecido nada además de dolor y muerte. Y la paz se siente bien, pero se siente falsa, como si fuese solo el preludio de algo horrible que en algún momento ocurrirá. Y todos esos pensamientos me atacaban el doble cuando Lexa no está. Porque cuando Heda está a mi lado, su presencia es suficiente para silenciar momentáneamente todas las otras pequeñas voces que me persiguen.

Me despido de Raven sabiendo que la batalla entre Anya y Costia duraría algún tiempo más. Mis pasos me llevan hasta en dirección al bosque. El anochecer está a las puertas, pero el sol aún tiene ganado terreno. Es suficiente para permitirme una corta caminata. Mis pisadas son cortas, y realmente no estoy andando a ningún lugar en específico.

La bella salvaje  (Terminada)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant