Capítulo 8

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A media tarde, Jungkook se sirvió un vaso de té helado y se buscó una silla plegable debajo de uno de los árboles que rodeaban el patio. El lugar estaba lleno de los amigos y familiares de los Kim. Conocía a casi todo el mundo de la época en que estaba en la universidad con Tae, aunque no a los padres de Jimin, los Bang. Su madre era muy parecida a Yangmi, amistosa y agradable, y su padrastro, Si Hyuk evidentemente los adoraba a los dos.

Había pasado casi toda la mañana ayudando a Taehyung con las mesas, y luego se había ofrecido a repartir los platos con la carne asada. Sin embargo, cada vez que un nuevo invitado llegaba, no podía evitar preguntarse si se trataría de Kunpimook Bhuwakul. Cuando ya no puedo resistirlo más, le preguntó a Tae si lo habían invitado: su amigo le dijo solamente que tenía trabajo aquel día, así que se quedó sin saber si habría acudido de haber estado libre y si Jimin habría aceptado ir con él, o hubiera venido con el tal BamBam si no hubiera estado ocupado.

Se dijo que Jimin le había pedido que lo acompañara para hablar de negocios por el camino y que, en cualquier caso, debía aprovechar la ocasión, ya que tendría que llevar a Jimin a su casa por la tarde... entonces tendría la oportunidad de sonsacarlo un poco mas.

Yangmi y Tayler, padres de Taehyung, le habían recibido muy cordialmente, interesándose por su trabajo y felicitándolo por su éxito.

---- Le encanta ser el amo del mundo ---- comentó Jimin alegremente al oírles. Estaba tan simpático que casi daba la impresión de que quería flirtear con él. Sin embargo, se mostraba igual de amistoso con todo el mundo, y eso le molestaba bastante.

A medida que la tarde avanzaba, Jungkook empezó a sentirse un poco desplazado. Casi todos los adultos se fueron a jugar al tenis, mientras que los niños chapoteaban alegremente en la piscina. Mirándolos, Jungkook casi sintió una punzada de envidia, al recordar lo triste que había sido su propia niñez. Se acordó de los muchachos a los que ayudaba y se prometió a si mismo que la próxima vez que fuese a verlos los llevaría a nadar.

---- ¿Cansado? ---- le preguntó Jimin, sentándose a su lado en una silla plegable. Claro que a esas alturas ya estaba en pantuflas hacía un buen rato.

---- ¿De qué? ---- preguntó Jungkook mirándolo. No podía dejar de pensar en el beso que casi se habían dado aquella mañana. Se había fijado en que él recibía a casi todos los invitados con un fuerte abrazo y un par de besos, y casi había deseado simular que él era uno más para tener aquel privilegio.

---- Del relajo que arman los niños en la piscina. Creo que los únicos que están acostumbrados son sus padres. Hasta a mí me supera un poco, mi ritmo es mucho más calmado. ¡Qué energía tienen los condenados!

---- ¿Calmados? No creo que se te pueda aplicar a tí, Jimin.

---- ¡Sí, tienes razón! Pero me daba la impresión de que estabas deseando irte... aunque supongo que si quisieras hacerlo te habrías ido ya de inmediato y tan tranquilo.

---- ¿Sí? ---- Jungkook lo miró sorprendido.

---- Claro, tú eres de los que hacen lo que les apetece siempre que quieren, sin importarles lo que digan los demás.

---- ¿Y de dónde has sacado eso?

---- Siempre tienes esa actitud, aunque, la verdad, no creo que nadie se haya dado cuenta con todo el relajo. Tía YangMi debe haber invitado a unas ochenta personas por lo menos. Es tan animosa que debería haber tenido doce hijos, y no sólo a Nayeon y Tae... aunque claro, si el resto de ellos hubiera salido igual que Tae, habría sido un peligro para el resto del mundo.

----Tae es muy amigo mío ---- le recordó Jungkook.

---- Y ahora también lo es mío ---- replicó Jimin ----. Sin embargo, cuando yo era niño, me tenía aterrorizado. Es siete años mayor que yo, pero en vez de cuidarme me volvía loco. Gracias a Dios, se ha reformado con los años.

Buscando el esposo perfecto [KookMin]Where stories live. Discover now