Capítulo 12

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----Tú nunca dejas ningún cabo suelto, ¿verdad? ---- dijo Jimin estremeciéndose.

---- Lo único que quiero, es controlar mis inversiones.

---- ¿Cómo dices? Te recuerdo que la tienda es mía.

---- Sí, pero el dinero del préstamo lo puse yo. Si no sale nada de esa fiesta, me lo cobraré. Entonces, la tienda será una propiedad más de Jeon Associates---- dijo Jungkook con frialdad. Cuando se trataba de negocios, le gustaba ser implacable.

---- Ya te he presentado a dos hombres perfectamente adecuados a lo que pedías ---- protestó Jimin ----. No es justo que quieras quitarme el negocio.

---- De eso es precisamente de lo que estamos hablando, Jimin, de negocios, reconocerás que ya he hecho más de una excepción contigo. Mi compañía te hizo un préstamo que todavía no has devuelto. Me debes ese dinero.

Él volvió a ponerse los zapatos.

---- Hago cuanto puedo ---- musitó. Se colgó el bolso y se le quedó mirando ----. Ven a las ocho a casa, pero no te pongas un traje o no te dejaré entrar.

---- ¿Esas son tus condiciones?

---- Jungkook, después de lo que me has dicho, estoy seguro de que vas a encontrar todos mis papeles hechos un caos, y por eso quiero que hablemos un poco mas de cómo quieres que sea tu futuro esposo. Si la fiesta es mi última oportunidad de salvar la tienda, tendré que esforzarme. Recuerda, te espero a las ocho y con ropa informal.

Hasta el último momento, Jungkook creyó que iba a dar un portazo, pero en cambio, él lo pensó mejor y cerró la puerta con mucho cuidado, dejándole sumido en un torbellino de emociones hasta entonces desconocidas para él.

Se quedó mirando la chequera. Se le ocurrió que si su mamá se hubiera quedado con su papá y él, a lo mejor hubiera tenido un hermano como Jimin... aunque era improbable, ya que los niños que crecían en un barrio como el suyo, aprendían muy pronto que no tenían que hacerse ilusiones. Jimin no habría sobrevivido en un ambiente como aquel.

Jungkook llamó a Bobby y le dio la chequera para que completara su informe sobre la tienda.

---- Lo quiero para las cinco ---- le ordenó.

---- Muy bien, jefe, antes de esa hora lo tendrá sobre la mesa.

Quedaba muy poco tiempo para su próxima cita con Jimin, se dijo, así que sería mejor concentrarse en el trabajo y no pensar un segundo más en aquel hombre con aspecto de ángel que tantos quebraderos de cabeza le estaba dando.

A las ocho en punto, Jungkook llamó al timbre del departamento de Jimin.

Él le abrió de par en par, sonriendo complacido ante su sencillo atuendo. Se había puesto unos pantalones de algodón marrón oscuro y un jersey de color crema.

---- Está usted muy guapo, señor Jeon ---- bromeó, haciéndose a un lado para que pudiera entrar.

---- Y espero que usted esté algo más tranquilo, señor Park ---- replicó.

---- Tendrás que reconocer que estas ropas te sientan mejor que el traje y la corbata.

Lo mejor que le sentaba, sin embargo, era tenerlo delante... pero era tan orgulloso que, aunque había seguido sus indicaciones, no pensaba darle la satisfacción de decirle que tenía razón.

---- ¿Listo para hablar de negocios?---- preguntó.

Con un suspiro, Jimin le señaló la mesa del comedor.

---- Podemos sentarnos ahí para que me des la primera clase de contabilidad.

---- ¿Una clase dices?

Buscando el esposo perfecto [KookMin]Where stories live. Discover now