| propuesta dieciocho |

14.1K 2.2K 840
                                    


Jungkook vio como a lo lejos Jimin se iba corriendo con YoonGi siguiéndole el paso.

Se desconcertó, pues le pareció ver al de cabellos grisáceos estar llorando en el pequeño flash de segundos que tuvo para ver su rostro y no se le veía pinta de estar llorando de felicidad.

¿Ese no es tu cuñado? Yugyeom a su lado parecía igual de desconcertado mientras comía de un tazón un par de patatas fritas.

Se supone... también ahí va hyung Apoyó sus codos sobre la mesa donde tenían todo el equipo del ordenador conectado a los parlantes y el tablero de ajuste de sonido. No entiendo a los adultos Murmuró, rascando su nuca para luego dejar caer sus brazos sobre la mesa y apoyaba su mentón en ellos.

El pelinegro a su lado sonrió de costado.

Ni yo, y se supone que ya soy uno Se sentó también a su lado, lo suficiente cerca para que sus piernas se tocaran apenas.

Jungkook sintió aquel cosquilleo en su estómago familiar que hace meses había comenzado a sentir siempre que el pelinegro estaba cerca suyo. Y no quiso aceptar lo obvio, como el terco mocoso que siempre era, hasta que un simple beso en la mejilla, que el mayor había dejado en él cuando se despidió luego de haber pasado una tarde de helados y videojuegos, le hizo acelerar el corazón con tanta fuerza que hasta pensó que le daría un maldito infarto (y realmente casi llora por eso del susto que le dio).

En fin, le gustaba Yugyeom, y era tan vergonzoso siquiera pensarlo, mucho más si existía la posibilidad de que el mayor se enterara para su bendita desgracia y no quería ni imaginar lo que le diría. De seguro él sólo lo veía como un hermano menor, como un tonto mocos-

Kook ¿Le estaba hablando? ¿Hace cuánto? ¡De seguro se quedó plasmado en sus tontos pensamientos otra vez!

¿Ha-hablabas, hyung? Se carcajeó ligeramente al escucharle, y asintió a su pregunta. ¿Qué sucede?

Nada realmente, es sólo... Que tengo algo que decirte El pelinegro dejó el tazón de frituras sobre la mesa, sacudiendo sus manos un poco y luego apoyándolas en su skinny azul, apretando ligeramente sus piernas.

Parecía nervioso, o eso pensaba Jungkook, siempre se le dio mal analizar a las personas, por eso es que su mamá siempre le golpeaba con la cuchara de madera al no saber captar sus indirectas que hacía con gestos.

Arrugó su nariz al recordar los dolorosos golpes.

Rayos, no sé cómo decirlo Rió nerviosamente, rascando su nuca e intentando mirar hacia cualquier otro lugar que no fuese él.

<< Oh, demonios, ¿cómo puede ser tan lindo? >> Se sonrojó ante ese pequeño pensamiento y se escondió aún más en sus brazos, pues no había cambiado de posición.

S-Sólo dilo, no hay mucha vuelta Murmuró, no muy seguro de sus palabras, intentando entretenerse en los movimientos que hacían las personas al bailar.

Sí, tienes razón Carraspeó. Sólo debo decirlo y ya, ni mucha vuelta, tan sólo... decir que me gustas mucho, sin... mucha vuelta El tono de su voz descendió en las últimas palabras hasta quedarse mudo.

Jungkook sintió su estómago contraerse y sintió su cuerpo entero comenzar a sudar tras el escalofrío que le recorrió.

¡S-sé que ha sonado tonto! De seguro que sí... Jungkook aún no dirigía su mirada nerviosa a él, pero el timbre de voz del mayor era inestable y resbaladizo, por lo que se notaba lo avergonzado que debía estar luego de tal confesión.

LA PROPUESTA © yoonmin.Where stories live. Discover now