CAPITULO 3: Los 5 años de Gokudera

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Gokudera se había quedado en shock al ver aparecer a su jefe por la puerta de reuniones, todos sus deseos se habían cumplido en ese momento, volver a ver a su jefe era lo que siempre había deseado por lo que no pudo evitar recordar el pasado.

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No lo encontraba por ningún lado, había salido del hospital dos semanas antes, y desde entonces había estado buscando al Décimo, Reborn-san no sabía nada, y se había enfadado muchísimo al enterarse de que su alumno se había ido.

Use todo los métodos que Vongola tenía para dar con él, pero estuviese donde estuviese nadie era capaz de encontrarlo. No podía creerlo, ¿Cómo había sido capaz de desaparecer del mapa de esa manera? ¿Que se supone que haría yo ahora sin él?

El Décimo fue la primera persona que me aceptó y comprendió, ¿Cómo pudo irse dejándome atrás?

Golpeo la pared con mi puño haciendo que este sangre, a mi alrededor yacen los cuerpos de los matones que han intentado meterse conmigo, ahora no es un buen momento para cabrearme.

Me dejo caer en una piedra que anteriormente debía de ser parte de la pared de aquel edificio derrumbado, había viajado hasta Italia para tratar de encontrar al Décimo y no sabía como pero he acabado en este lugar golpeando a rufianes.

Suspiro contrariado, saco el papel que llevo a todos lados conmigo, la carta de despedida que el Décimo me dejo, desde que la recibí la he leído muchas veces y cada vez entendía menos la razón de su marcha. En la carta nos pedía a todos que nos alejáramos de la mafia y de Vongola, pero no podíamos hacer eso, ya era demasiado tarde para que ninguno de nosotros pudiera vivir una vida normal.

Levanto la vista para mirar al frente, no podía encontrar al Décimo, pero sabía que el regresaría, lo sabía desde el fondo de mi corazón, él no podría irse para siempre, por lo que era mi deber, como su mano derecha, el cuidar de todo mientras él no estaba.

Me levanto de la piedra con una nueva determinación, mi primer paso será recuperar los Vongola Gear que El Caballo Salvaje le entrego sin saber al Nono e ir a ver a los Guardianes.

Con eso en mente salgo del derruido edificio y me subo a mi moto, poniendo rumbo a la mansión Vongola, una vez allí me dejan pasar sin demasiados problemas, muchos nos conocían del intento de ceremonia de sucesión, cuando Simon nos atacó.

Una sirvienta me guía hacia el despacho del Nono y desaparece una vez entro, él se encuentra solo.

- Gokudera Hayato – nombra observándome - ¿Has venido por los Vongola Gear?

- Así es, Nono – afirmo decidido – debo devolvérselos a los Guardianes para poder empezar a aprender nuestras obligaciones

- Deberías saber que Tsunayoshi-kun sigue desaparecido – recuerda provocándome tristeza - ¿Sigues queriendo pertenecer a nuestra familia aunque tu jefe no esté presente?

- El Décimo regresara, tarde o temprano lo hará, estoy seguro y mi trabajo es el de mantener todo en orden hasta que lo haga – contesto sin duda alguna.

Veo como el jefe Vongola sonríe ante mis palabras, se levanta de la silla y me hace señas para que le siga, se encamina hacia una caja fuerte la cual abre demasiado rápido como para poder ver como lo hace.

- Es una respuesta digna de la mano derecha del Décimo – asegura el Nono observándolo – pero ahora comprobaremos tu determinación y la de tus amigos, adelante, llévatelos.

Se aparta de la caja fuerte dejando ver a los siete Vongola Gear allí dentro, convertidos de nuevo en aquellas piedras que brillan como si estuvieran contentos de regresar con sus legítimos dueños, esperando por ellos para regresar a su verdadera forma.

- Gracias, Nono – digo mientras agarro el mío, se cual es por el color rojo de la piedra, inyecto en el las llamas de mi determinación, él me acepta, transformándose en el cinturón que era antes, me lo coloco y estoy completo de nuevo, recojo los demás y los guardo en la misma caja que, según el Nono, el Décimo se los devolvió – y no se preocupe, él regresara.

Al parecer los Vongola Gear volvieron a ser aquellas piedras en algún momento del viaje del Potro a Italia, como si supieran que se estaban despidiendo de sus dueños. O al menos eso es lo que el Nono me explica.

- Espero que estés en lo cierto, Gokudera-kun, todos deseamos que él regrese

Y con eso dicho salgo de la habitación y de la mansión en dirección a Japón para poner en orden todo este caos.

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- Gokudera-kun, Gokudera-kun, despierta – escucho que alguien me llama, una vez abierto los ojos veo al Décimo en frente agitándome suavemente – hemos llegado a Japón

- Tiene el sueño pesado – comenta despreocupado el Idiota del Béisbol, a lo que el Décimo sonríe

Sonrío al recordar mi sueño, estaba convencido de que el Décimo regresaría y eso hizo, me alegro de haber tenido razón.

- Lo siento, Décimo – me disculpo por haberme dormido – sigamos

Y así sigo a mi jefe hacia el exterior del avión.

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El pasado de Gokudera y su convicción como mano derecha, si tan convencido estaba de la vuelta de su jefe ¿Que sera lo que no le permite devolverle su Vongola Gear? ¿De que tiene miedo?¿Sera capaz de resolverlo durante este viaje?

Hasta la próxima.

Nos leemos

Att: Caroteva00

Las Llamas del Cielo ©Where stories live. Discover now