CAPITULO 6: Los 5 años de Yamamoto

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Camino por la calle que tantas veces recorrí de adolescente para ir a casa, hacía tiempo que no volvía pero nada ha cambiado, supongo que es por eso, o quizá por la repentina vuelta de Tsuna, que no puedo evitar recordar aquel tiempo en el que todo se había roto.

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Salgo de casa con el bate de béisbol en la mano y, a pesar de que ya no la necesito, mi Shigure Kintoki enfundada. También llevo la carta que Tsuna me dejo antes de desaparecer, desde que salí del hospital la he releído un sinnúmero de veces y aun no me puedo creer que se haya ido.

No soy ningún estúpido, hace tiempo que me di cuenta que todo eso de la mafia era algo más que un juego, estuve consciente desde la batalla de los anillos, el día en que me convertí oficialmente en el Guardián de la Lluvia de Tsuna. Realmente, en aquella época, no era muy consciente de lo que estaba pasando, yo solo veía a mi amigo en problemas y quería ayudarle, todo lo demás sucedió muy rápido como para analizar la situación en la que me encontraba y, a pesar de que mi vida se puso mucho más peligrosa y estuve a punto de perder mi vida en muchas ocasiones desde que conocí a Tsuna, también es cierto que las cosas eran mil veces más divertidas.

Llego al campo de béisbol enseguida, no hay nadie ya que no es día de práctica pero eso no me impide practicar mi bateo. Había pensado distraerme con algo de deporte pero no llega a funcionar, han pasado dos semanas desde que me dieron el alta en el hospital y desde entonces Gokudera desapareció en busca de Tsuna, sigo yendo al colegio pero noto que sin ninguno de mis amigos algo falta.

Recuerdo el día en que el Bebé volvió de su viaje, cuando se enteró de que su alumno había desaparecido lo comenzó a buscar por cielo y tierra, al parecer él tampoco sabía nada de lo que estaba pensando Tsuna.

El contenido de la carta regresa a mi cabeza, en ella me pedía que me alejara de la mafia y de Vongola, que me dedicara al béisbol y dejara todos esos acontecimientos peligrosos atrás y es que ¿realmente tenia algún motivo para quedarme en ella después de que Tsuna se alejara de nosotros?

No es como si él me hubiera arrastrado a ese mundo en contra de mi voluntad, yo sabía los riesgos que podía correr y a lo que me exponía y nunca considere que todo lo que ocurría era por culpa de Tsuna, el parecía despreciar a la mafia más de lo que ninguno de nosotros era capaz de comprender. Siempre lo he respetado y admirado, a pesar de que a primera vista la gente lo pudiera considerar un inútil en realidad escondía un poder increíble, el daría lo que fuera por sus amigos y ver aquello me llevo a seguirlo para poder apoyarlo con toda mi habilidad.

En realidad nunca he querido ser un jugador profesional del béisbol, yo aspiraba a conseguir heredar el negocio familiar y, a pesar de que me encanta este deporte, comencé a amar la espada hace mucho tiempo.

Dejo de practicar durante un momento al darme cuenta de algo ¿era posible que amara más la espada de lo que lo hacía con el béisbol?

No lo sé, de lo que si estoy seguro es que de no ser por Tsuna jamás habría comenzado a aprender a usarla, nunca habría conocido a Squalo, quien reconoció mi habilidad el primero, tampoco habría conocido a Gokudera ni a ninguno de todos mis amigos, no quiero alejarme de todos ellos, no quiero que Tsuna tenga que desaparecer, si él se preocupa por nuestras heridas solo debemos ser más fuertes, porque una cosa es segura, somos débiles, si no somos capaces de protegernos a nosotros mismos ¿Cómo pretendemos proteger a nuestro jefe?

¿Qué debería hacer ahora exactamente?

- Oye, Friki del béisbol – oigo que exclama una voz a mi espalda – veo que no pierdes el tiempo

Las Llamas del Cielo ©Where stories live. Discover now