CAPITULO 7: Una Visita Peligrosa

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- Por fin estamos de vuelta – exclama Tsuna estirándose, el viaje le ha dejado algo cansado

- Hacía tiempo que no nos tomábamos un descanso – comenta Yamamoto caminando a su lado hacia la mansión

- Recuérdame daros unas merecidas vacaciones cuando terminemos con los asuntos pendientes

- Lo haré

- Aun no me creo que le hayas dicho todo sobre la mafia a tu padre – dice el jefe mientras se adentran en la casa

- Bueno, cuando decidí quedarme en Vongola pensé que le debería una explicación, él siempre me ha apoyado – responde con una de sus sonrisas

- Se lo tomo mejor de lo esperado en realidad – habla por primera vez Gokudera – el muy estúpido se lo explico un día en el que yo estaba en el restaurante

- Si, recuerdo que fue después de hablar con los demás chicos, estabas muy relajado – recuerda Yamamoto pasando uno de sus brazos por los hombros del peliplateado

- Casi me atraganto cuando le soltaste que eras parte de la mafia a tu padre de la nada – dice él riéndose sin hacer ningún gesto para apartarlo, a pesar de que normalmente lo haría, parece que su relación ha mejorado bastante

- Chicos, debo ir a informar al Nono – interviene Tsuna, le gustaría que pudieran estar más tiempo relajados pero hay cosas que hacer – iré a su despacho

- ¿Quieres que te acompañemos? – pregunta el Guardián de la Lluvia soltando a Gokudera

- No, no tengo mucho que decirle tampoco así que no tardare

- Muy bien

Se aleja por el pasillo en dirección a la oficina de su abuelo, aun no se acostumbra a los laberinticos pasillos de la mansión, que fueran de estilo occidental solo lo hacía más lioso, aun así era capaz de llegar a los lugares más importantes perfectamente. Su despacho, el del Nono, el jardín (para relajarse), su habitación y por supuesto el comedor donde puede probar exquisiteces casi todos los días, lo demás aún debe mirarlo en un mapa.

Llama a las puertas del Nono una vez llega pero nadie dice nada en el interior, al cabo de unos minutos decide entrar extrañado, la estancia esta vacía. Aprovecha que una sirvienta pasa por el pasillo y la llama

- Perdona señorita...

- Alda, señor – contesta con una reverencia y un ligero sonrojo en su rostro- ¿en qué puedo ayudarle?

- Bien, Alda – dice sonriendo, su sonrojo se hace más pronunciado – sabes donde se encuentra el Nono

- Oh, por supuesto, a esta hora suele dar un paseo por el jardín, lo encontrara en el trasero

- Muchas gracia – agradece a la señorita antes de dirigirse al lugar donde su abuelo se encuentra

Camina decidido por los pasillos y no tarda en encontrar la puerta que le llevara al exterior, una vez fuera observa su alrededor en busca del jefe de Vongola pero el jardín es muy grande. Pasea respirando profundamente el aire del ambiente y observando las bonitas flores de todos los colores que florecen allí.

A lo lejos divisa a su abuelo junto a sus guardianes, ¿Qué hacen todos juntos? Se propone llamar su atención cuando de repente su intuición comienza a molestar. Algo se acerca.

Se mueve a un lado esquivando una bala que le roza la mejilla derecha haciéndole un corte por el que sale un hilillo de sangre, ¿Cómo no he escuchado el tiro?

Se vuelve rápidamente para ver a su atacante pero no hay nadie a la vista, analiza su entorno, sabe que está allí, su intuición se lo grita.

- ¡Décimo! – exclama Gokudera, pero no le mira, siente que si se despista aunque sea un segundo estará muerto, la intensidad de su sed de sangre es inmensa.

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⏰ Last updated: Jan 09, 2020 ⏰

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Las Llamas del Cielo ©Where stories live. Discover now