Los Descendientes | Fanfic Ranma 1/2

Capitulo 99

Los personajes de Ranma ½ pertenecen a la mangaka Rumiko Takahashi y solo escribo para los fans por diversión que aman esta genial serie de Anime y manga sin obtener algún ingreso económico.

—¿Cuánto tiempo estarán sentados en esa esquina? —preguntó Akane.

La chica pensaba que sus hijos actuaban de manera absurda ante el problema suscitado recientemente.

Raiko e Izanami estaban sentado en la suela del salón y el chico tenía en sus manos un routen e Izanami miraba el cable cortado que anteriormente lo unía a la corriente eléctrica. Sus ojos eran de tristeza y podía decirse que estaban angustiados por su situación actual.

—Al menos dinos si ese criminal de bigotes y cuatro patas esta lejos de esta casa—habló Raiko con lágrimas en los ojos.

Akane suspiró.

—Ranma ya se llevó al ratón—anunció Akane.

—¡¿Cómo arreglaremos este problema?! —se preguntaba Izanami—. ¡No puedo estar sin ver videos!

—Si no juego en línea un día... ¿seguiré con vida para navidad? —se preguntaba Raiko.

Akane entrecerró los ojos. Era increíble que solo les preocupara eso. En si, era algo en el que se sentía muy mal y no porque un ratón mordiera el cable del aparato de internet, sino porque los otros, refiriéndose a Raiko e Izanami, estaban pasándola mal por la situación de su padre.

Posiblemente si Nanami no hubiera interferido en su tiempo ellos ahorita estuvieran de luto y lo peor, habría alejado a su hija de su vida. El solo pensar en eso hacía que se sintiera aún más mal de lo que estaba.

Ahora ella no podía entender los sentimientos de la otra Akane, si al menos pudiera hablar con ella tal vez podría arreglarlo. Después de hablar con Izanami no sentía que solucionaron todo, pero al menos ya puede haber algún acercamiento. Eso esperaba, pero era seguro que había dado un paso más adelante.

Akane volteó al pasillo al escuchar la voz de Ranma

—¡Ya llegué!

Izanami y Raiko brincaron al ver a su padre y se acercaron a él.

—¡¿Compraste el cable amarillo?! —exclamaron ambos con desesperación.

Ranma se hizo para atrás ante el repentino acercamiento de sus hijos.

—Tampoco es para que se acabe el mundo—contestó Ranma mostrando la bolsa de compra de la tienda de electrónicos.

Ellos le arrebataron la bolsa y se acercaron al aparato para conectarlo, con una velocidad asombrosa.

—¿Hay alguna novedad? —le preguntó Ranma a Akane en voz baja.

Akane negó con la cabeza.

—¿Sabes? —habló Akane—. Prefiero verlos así de felices, aunque no dejo de pensar en los otros que deben de estar pasándola muy mal.

Ranma observa como ahora ellos peleaban, pero era cierto. ¿Cómo estarán los otros? ¿Cómo se sentirá Izanami?

Sin embargo, sus pensamientos fueron interrumpidos al escuchar su teléfono.

—Hola—contestó Ranma.

—Siento molestar, pero ¿podría venir a mi laboratorio?

Ranma escuchó la voz de Alina, la notaba seria, aunque siempre la escucha así. Lleva poco tiempo conociéndola, pero ese tono extrañamente no le gusto.

—Solo te pediré que no le digas nada a Akane.

Ranma no contestó y miró a Akane. Ella tenía suficientes preocupaciones como para decirle que Alina requería su presencia en su laboratorio.