Los lamentos de Raphael. ||Saphael||

(9)

El tiempo comienza a pasar un poco rápido, los niños comienzan a retirarse para ver pasar por alguna fiesta antes de llegar al hotel y yo sigo ahí, tomando otro trago que irá a la cuenta del hotel solo para quedarme viendo al mundano que aún no ha acabado sus horas de trabajo, tampoco es que tengo mucho que hacer fuera de aquí, antes me juntaba con Magnus o me quedaba en el hotel, ahora hago esto como mi pasa tiempo en las noches y me agrada en realidad, solo me gusta porque puedo verle, además Taki's es un lugar donde todos el submundo sabe juntarse así que tengo la excusa perfecta para ello, para estar aquí. Veo como Simón camina hacia donde estoy con dos tragos mundanos, sentándose en la misma mesa en la cual estoy, estirando uno hacia mí.

— ¿Puedo invitarte un trago, Raphael?

Sonrío mientras tomo del vaso y le doy un trago largo para calmar los nervios viendo como el alcohol barato quema mi garganta, observo como mi mundano también lo toma pero a tragos lentos, porque se dedica a prestar atención a cada acción que hago.

— No creo que a tus jefes le gusten que hagas esto con cualquier cliente que te agrade.

— ¿Qué? Eres el único que he invitado, además Maia me lo permitió, no sabía que eras popular en estos lados, más cuando no te he visto desde hace dos meses que comencé a trabajar aquí.

Miro a la chica que está detrás de la barra que ha suplantado a la anterior chica hace veinte minutos o más, no es la misma que Simón estaba coqueteando, debería haberlo supuesto desde el principio, son licántropos las que están trabajando, esta licántropo es mano derecha de Luke, una chica morena con baja estatura y una herida en su cuello, no da ni una sonrisa ni porque le digan algún halago, no sabía que dedicaba sus tiempos a trabajar en este lugar porque cuando deje de venir ella no estaba en este lugar, solo es ando más distraído que de costumbre, esto debe ser un efecto secundario de este enamoramiento que está evolucionando en mi, y no sé si está bien o mal, solo no quiero pensar en eso ahora, porque Simón esta frente mío.

— Me siento alagado por el buen trato que tiene este lugar conmigo.

— ¿Por qué mentiste con tu nombre? ¿Quién es Ragnor Fell? ¿Qué quieres lograr?

Ya no posee ninguna sonrisa en su rostro si no que me mira serio, me tenso al ver que mi mundano ha malinterpretado mis actos, debería haber dicho la verdad desde el principio, ahora parece desconfiar de mi porque sus ojos no muestran esa chispa que suelo de ver de lejos, sino que es esa misma que vi en su habitación, donde su sonrisa se apagó y todo pareció haberse vuelto negro a su alrededor, como una nube que lo quiere consumir. Debo ir con la verdad, bueno parte de la verdad y que vea que no soy nadie que quiere hacerle daño, soy su pareja, su destinado, pero obviamente no lo diré a eso o puedo asustarlo, los mundanos se vuelven un poco paranoicos cuando escuchan la palabra "pareja" "relación" o eso he escuchado de mis niños y de Magnus.

— ¿No me recuerdas?

Veo como sus facciones cambian al de uno confundido, es obvio que no me recuerda a pesar de que dijo que no lo haría, un mundano ebrio que quiso coquetear al tener la oportunidad de emparejarse con alguien por una hora, eso me ofende, porque si no hubiese sido yo lo hubiera hecho con cualquiera, pero que puedo esperar, no lo conozco, no sé qué tipo de persona es, o su pasado, o porque va jugando así con mis sentimientos, bueno sé que estoy un poco exagerando, porque me vio en un lugar de fiesta por una hora sabiendo que no iba volver a verme más, solo jugó con las palabras y yo me lo creí.

— No.

— Ya tienes tú respuesta a tus preguntas.

Me levanto para querer retirarme, siento una opresión en mi pecho por su poco interés que adoptó conmigo, desde el comienzo, me siento muy desilusionado, a mí me bastó solo segundo para saber que estaba perdido y enamorado por ese mundano, con solo mirarlo a los ojos y su sonrisa ya había sido cautivado, sentí todos los sentimientos juntos al aceptar mi decisión y aquí estoy, descubriendo que para ese mundano no fui nada, ni recuerda que fui el chico de aquella fiesta. Solo quiero volver al hotel y tomar unos tragos para hacer como si nada hubiese pasado y así mañana venir a verlo desde lejos, trataré de no entrar más a este lugar. Siento como me sostiene del brazo y solo son segundos para verlo parado frente a mí.

— Tienes que pagar la cuenta.

Solo por segundo creí que preguntaría por mis preguntas, que sentiría curiosidad, hoy es una mala noche debo irme de aquí, le miro sin mostrar mi incomodidad y sonrío apenas, es un mundano muy guapo y puede que lo sepa por eso se aprovecha de las personas.

— Tú me has invitado el trago, y mis anteriores bebidas ya están pagadas.

Simón se hace a un lado y yo sigo caminando, guiñándole a Maia que esta en la barra observándome antes de abrir la puerta he irme, está visita ha terminado por hoy, tengo por lo menos unas horas más pero creo que es conveniente alejarme un poco, me siento frustrado, no sé si esto seguirá así o no, solo debo relajarme un poco porque sé que ha sido también mal de mi parte, parezco acosador y prometí no entrometerme en la vida del mundano, yo debo respetarlo aunque dentro mío suplique que no lo haga, pero debo hacerlo, debo marcarme los límites.

Camino sin rumbo por algunas horas, las calles están desiertas y yo camino casi en círculos, cinco cuadras cada lado, es que no puedo alejarme mucho del hotel, entonces cuando estoy pasando cerca de Taki's una vez más escucho un ruido, es de Simón, en unos callejones más lejos de donde estoy, y no entiendo porque se mete tanto en lío ¿Con que hombres se ha relacionado? Voy en su rescate sin dudarlo, pero cuando llego casi camuflado en la oscuridad, veo que no está pidiendo ser salvado, sino que el condenado está teniendo sexo frente a mis ojos con un hombre mayor, alto que lo tiene de espalda casi al desnudo, sus piernas están al descubierto, su uniforme de trabajo desordenado, esta gimiendo y diciendo "Ayuda" de una forma nada linda, haciendo que me descomponga por completo ¿Por qué lo dejan salir de su trabajo para esto? ¡¿Acaso no ven que me duele?! Me siento tan mal.