Capítulo XIX

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Azoto la puerta de mi habitación y me siento en la orilla de la cama - ¿cómo fuiste capaz de hacerme esto? - digo al morder mi labio inferior y limpiar mis ojos - ¿cómo haré para olvidarte? DIOS!!! Si estas tan adentro, no puedo sacar de mi mente tu voz, no puedo creer que esto me este pasando... - digo al acostarme y abrazar una de mis almohadas - cómo puedo odiarte, si te amo tanto... pero no puedo olvidar que eres una mentirosa, que solo te importa el dinero, que me engañaste... cómo olvido tu olor si esta en toda mi habitación - digo al aspirar su perfume en mi almohada - yo no puedo seguir así... cómo aguantar el tiempo que aun falta para acabar éste matrimonio a tu lado?...- digo al cerrar los ojos y tratar de dormir.

Lo que resta del día me la paso en mi habitación, no quiero verla, es muy difícil estar cerca de ella y no poder besarla, decirle que la amo y cuando estoy a punto de hacerlo, recuerdo que ella no me ama, que a pesar que fui su primera vez, ella lo hizo por interés, se entrego a mi para asegurar su futuro, sabía que yo le daría todo sin que me lo pidiera, y pensar que no me interesa el dinero, sino ella, solo ella... somos tan diferentes...

Sé que tengo que olvidarla, sé que tengo que arrancármela de la cabeza y del corazón, sin embargo no sé si sea capas de eso...

¿Cómo olvidar a alguien que amas tanto? ¿Cómo decirle a tu interior que no la llame a gritos? ¿Cómo decirle a tu cuerpo que ella te hace daño, cuando este te dice que la necesita para poder vivir? Por favor que alguien me diga cómo hago para dejar de pensar en ella, para no necesitarla más...

El dolor me hace decirle tonterías, tonterías que al pronunciarlas me duelen demasiado, me duelen más a mi que a ella; pero es mi única defensa para no caer a sus pies y rogarle que me ame, que estoy dispuesta a darle todo, con tal que me quiera...

Sin embargo no puedo cometer esa estupidez, tengo que ser fuerte, pero al verla llorar, mi corazón se parte un poco más, a pesar de todo lo que hizo, me duele verla sufrir, sé que le duelen mis palabras... pero es mejor de esa manera, porque ya no sé si también finge ese sufrimiento, si también forma parte de su "plan" para quedarse con todo mi dinero, no quiero escuchar su manipuladora explicación, siento que en éste estado cualquier cosa que diga podría convencerme... un día se lo dije y ella no me creyó, nada es para siempre...

¿Saben? Cuando uno esta enamorado, se siente como si caminaras entre las nubes, no tienes miedo a caer por que se esta seguro que si uno llegase hacerlo, esa persona no dejaría que cayeras y si lo hicieras, sería entre sus brazos, pero hoy me doy cuenta que acabo de caer y no lo hice precisamente ahí como pensé...

Al día siguiente...

Despierto temprano y decido ir a la oficina, el trabajo lograra distraerme, lograra que no piense en ella.

Le doy las gracias a Alan por todo lo que hizo por mi y le pedio que me lleve a la empresa. Al llegar saludo a Diane y entro a mi oficina - acabo de llamar el señor Dimitri, dice que necesita hablar con usted, la espera en el restaurante Pullini... - dice Diane al entrar - esta bien... - digo al colocarme la chaqueta y notar que Diane me mira atenta - ¿sucede algo? - digo fruncir el ceño

- eh no... disculpe - dice al salir

- esa mujer es extraña... - digo al rascar mi cabeza y salir.

Al esperar el elevador me topo con Lena - Buenos días María - dice sin mirarme

- veo que ya entendiste... - digo en tono bajo al entrar al elevador.

Al salir camino un poco deprisa hasta que detengo un taxi - lléveme al restaurante pullini - digo al ver el reloj (9:35AM) - de qué querrá hablar Dima?... se suponía que debería estar en Colombia - digo al tocar mi nuca y fruncir el ceño, miro a lo lejos la catedral de san Basilio, cosa que me hace recordar el día de mi boda "Jamás besaría a una bruja como tu" son las palabras que vienen a mi mente - ¿cómo fui a enamorarme de ti? - digo al soltar un hondo suspiro y notar que ya había llegado - gracias... - digo al pagar y entrar al restaurante - Buenos días señorita Danvers - dice uno de los mozos al sonreír - Buenos días, el señor Dimitri ya llego - digo al tocar mi nuca - si, acabo de llegar, sígame - dice al caminar.

Mi odiosa Madrastra | SUPERCORPHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin