capítulo II

105 6 2
                                    

— Vamos hay que ir a casa para poder arreglarme — Dijo emocionada

Todo el trayecto hacia su casa fue en completo silencio. Mia quizás entusiasmada pensando en todo lo que podría pasar esta noche, y yo por mi parte pensando en cómo poder evitar todo esto. Me sentía tan mal, no había forma de describir todos los sentimientos que me agobiaban en este instante. Si solo pudiera decirle.

Al llegar a su casa Mia prácticamente corrió a su cuarto mientras yo la seguía detras.

— Espérame aquí. Voy a probarme algunos vestidos y quiero que me digas cual me queda mejor — Anunció alejándose de mi campo visual

Habrán pasado unos 5 minutos cuando Mia salió del baño con un bello vestido color turquesa. Se veía simplemente hermosa, y al parecer ella no lo notaba, ya que me miraba algo asustada esperando alguna opinión mía sobre su apariencia.

— Te ves hermosa — Logre decir en un susurro casi inaudible — Deberías ir con ese — Agregué

— Pero si apenas es el primero. Tengo unos mil más que quería enseñarte — Se quejo poniendo voz de niña pequeña

— Cualquiera te va a quedar así de hermoso — Comenté — Ese combina con tus ojos

Me miro dudosamente para luego irse casi corriendo al baño, dejándome completamente confundida. ¿Y ahora que le paso?

Me recosté en su cama suponiendo que se iba a tardar una eternidad ahí adentro. Mia era muy cuidadosa con su imagen, siempre se maquillaba ligeramente y se preocupaba de su ropa mientras que yo jamás en mi vida había iniciado una relación con el maquillaje, menos con mi vestimenta. Pero si pudiera elegir, elegiría mil veces a esa Mia que se levanta toda despeinada por la mañana cuando se queda a dormir en mi casa, esa chica desarreglada y naturalmente hermosa.

— ¿Qué tal me veo? — Hablo de repente Mia haciéndome pegar un salto del susto

Lleve una mano a mi pecho maldiciendo a Mia que casi me mata de un infarto. ¿Cuándo salió del baño? Estaba preparándome para alegar como nunca en mi vida había alegado hasta que mis ojos encontraron los de ella, eliminando de mi mente todo aquello que quería decirle.

— ¿y? — Preguntó tímidamente — ¿Cómo me veo? —Volvió a preguntar

No me quitaba la mirada de encima esperando una respuesta, y yo no podía dejar de pensar en que aquello ojos eran los más hermosos que había visto en mi miserable vida.

Dios debería ser un pecado ser tan hermosa

Se había maquillado ligeramente los ojos, resaltando aún más su intenta mirada azul. No sé qué tenía esta chica que cada día me parecía más bella. No podía evitar volverme completamente loca por ella.

Mia vas a matarme...

***

Hace más de dos horas que había llegado a mi casa, y hace unos 20 minutos que Mia se había ido con el estúpido ese. No podía evitar estar nerviosa, al punto de morirme de la desesperación por no saber nada de Mia. Cada cierto tiempo miraba mi celular para ver si tenía noticias de ella o me quedaba pensando en que escribirle, pero sabía que en este momento solo sería un estorbo para ella, así que volvía a soltar el celular.

No podía quitármela de la cabeza mientras que quizás yo a ella ni le pasaba por la mente. Que estúpida soy. Lo único que me quedaba por hacer era intentar distraerme y no pensar en ella, pero sabía que era inútil.

Los minutos pasaban y pasaban y no sabía nada de ella, daba mil vueltas por mi habitación intentando calmarme y no pensar cosas desagradables de lo que podían estar haciendo. Hasta que al fin mi celular vibro indicándome que tenía un mensaje. Lo saque rápidamente de mi bolsillo y para mi fortuna era un mensaje de Mia, pero todo se vino abajo cuando lo leí.

"Alice ¿Puedes venir a buscarme? No sé dónde estoy, tampoco sé cómo llegar a casa. Hay mucha gente y no me siento bien. Por favor ven a buscarme, te explico todo luego"

No entendía nada ¿Cómo no sabía dónde estaba? ¿Dónde estaba ese idiota? ¿Es que acaso la dejo sola a mitad de la noche?

Miles de preguntas pasaban por mi cabeza y cada una de ellas era peor, pero sabia que no había tiempo para eso, Mia me necesitaba y era lo único que importaba ahora. Agarre mi celular, mi poleron y sali casi corriendo de mi cuarto. Baje silenciosamente tratando de no despertar a nadie. Camine lentamente hacia la cocina y tome las llaves del auto de mi papa. Miles de veces había manejado, así que no era un problema el no saber, solo rezaba para que no me descubrieran, pero en este momento no había mejor idea que esta. Eran pasada las doce de la noche, y era sacar el auto de mi padre y morir en el intento, o que me maten esperando el autobús.

Así que no habían mas alternativas. Me subí rápidamente al auto y emprendí camino hacia la ubicación que me mando Mia, esperando que nada malo le haya pasado.

Un amor Imposible (Tema Lésbico)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora