Un amor Imposible (Tema Lésbico)

Capítulo V

Hoy eran las alianzas del instituto, un día en el que el ambiente se teñia completamente de entretenimiento y festividades. Nunca fui muy fan de las actividades que realizaba la institución, pero debo admitir que me alegraba no tener clases.

En cuanto llegue al instituto pude ver a todos con ropa normal, dejando por un día los aburridos uniformes de lado, por otra parte algunos traían disfraces, bastantes divertidos a mi parecer. Yo como siempre era casi la única que asistía con el uniforme para estas fechas, pero que puedo decir, no me llamaba en nada la atención todo el despelote que se armaba.

Como cada año me dispuse a irme a mi rincón, un sitio que antes compartía con Mia. A ninguna de las dos nos interesaba las alianzas y mientras todos se volvían locos compitiendo por algún miserable premio, nosotras creábamos nuestra propia entretención a base de lo que tuviéramos a mano.

- ¿Pero que dices mensa? - Gritó ofendida

- Solo digo que quizá este un poco bizco -Rio sin poder dejar de observar la "obra de arte" que estaba justo ante mis ojos.

- Tu lo que quieres es terminar muerta -Susurró de una manera amenazante- Lo que te pasa a ti es que eres una bruta que no conoce de arte -Cuestionó sin dejar de trazar el lápiz por el fino papel.

Debo admitir por primera vez que Mia no tenía talento para algo. El hombrecito que se preparaba para luchar contra el bullying y malas conductas tenía mas bien pinta de un alienígena trastornado.

Sin poder evitarlo una fuerte carcajada se escapa de mi, asustando a Mia, quien estaba inmersa pintando aquel hombresillo deforme. Si de algo estaba segura es que aquella creación de Mia no iría a parar al diario mural de la escuela.

-Tu lo que quieres es una buena paliza - Masculló apretando fuertemente el pincel entre sus manos, sus ojos echaban chispas.

- Como la que han dado a ese pobre - Grite apuntando el pedazo de papel que se hallaba en el piso.

No podía con tanta risa, las lágrimas salían de mis ojos y llevaba mis manos a mi estómago para calmar el punzante dolor que comenzaba a crecer en este.

-Eres una idiota Alice - Chilló tirando todas sus cosas lejos - Ya te dejo yo como este -Agregó gateando hacia mí con una furia que daba miedo.

Con el tiempo entendí que Mia no era cualquier chica, era de aquellas que se enfadaban rápidamente por cualquier cosa. Su humor era increíble, podía ser las mas dulce y luego convertiste en un alma despiadada, sobre todo si herían su orgullo.

- Esta bien, lo siento - Susurre intentando controlar la risa.

Entendía su enojo, llevaba una semana entera intentando terminar aquel poster, pero debía admitirlo ¡Esa cosa espanta! Y con ese último pensamiento una sonora carcajada salió de lo mas profundo de mi, resonando por todos lados. Demonios

Mis ojos se abrieron de par en par mientras mis manos iban a parar en mi boca, evitando que otro sonido saliera de esta.

No tarde mucho en sentir un fuerte dolor en mi cabeza, seguido de unos intensos ojos azules dominados por el enojo, que me miraban desde arriba. En un ágil movimiento se había abalanzado encima de mi, acorralándome por todos lados. Sus manos sujetaban las mias por encima de mi cabeza, su pecho rozaba el mio con cada respiración, la podía sentir en todos lados. No se en que momento termino a horcajadas sobre mi, pero me perturbaba mas el hecho de que su intimidad rozara la mía y aquella falda que anteriormente cubría parte de sus piernas, ya no lo hiciera. Sus piernas estaban abiertas y con dificultad se lograba ver parte de su ropa interior, revolucionandome por completo.