Capitulo II: Parte 2

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No sabría decir cuánto tiempo había pasado precisamente, pero hace un buen rato que había llegado al lugar que me mando Mia, y ni rastros de ella. Cada vez me sentía más nerviosa, ya me estaba empezando a preocupar ¿Dónde rayos estas Mía?

Mire mi celular y eran casi las dos de la mañana. Demonios, lo que me faltaba. Sin más opción baje del auto y comencé a buscar a Mia por todos lados. El lugar estaba demasiado oscuro, las farolas eran casi inexistentes en esta parte de la ciudad y para que hablar del frio, eran como mil grados bajo cero, o eso se sentía.

Por culpa de Mia moriré de hipotermia o asesinada...

Camine por varios minutos más hasta llegar a un pequeño parque. A la luz de la luna se veía precioso, el pasto estaba recién podado, y como se encontraba en altura daba a una maravillosa vista al mar, era todo un espectáculo. Me pregunto cómo no había venido aquí antes.

Y entre todo ese espectáculo por fin pude dar con lo que estaba buscando, Mia...

Desde mi posición parecía muy tranquila contemplando la luna, como si a su alrededor no hubiera más que eso, como si todo estuviera en paz. Me acerque lentamente hasta el punto que ya podía ver perfectamente su silueta; Su cabello rubio algo despeinado, su delicado rostro y sus bellísimos ojos. Esta mujer era perfecta.

Estaba dudando si hacerle notar mi presencia, se veía tan tranquila, tan hermosa... Hasta que vi el rímel corrido en sus ojos, evidencia de que había llorado. La preocupación que sentía momentos atrás volvió rápidamente a mí, multiplicado por mil.

― ¿Mia? ― La llame, haciéndole notar mi presencia ― ¿Estas bien? ― Susurre mirándola de arriba abajo, comprobando que no tuviera nada.

― ¡Alice! ― Gritó lanzándome a mis brazos como si fuera una niña pequeña ― Si viniste ―Sollozó escondiendo su rostro en mi cuello

No entendía nada de lo que sucedía. Hubiera comenzado un exhaustivo interrogatorio si no hubiera sido por esa sorpresiva muestra de afecto. Lo único que atinea hacer, fue corresponderle el abrazo y darle a Mia el apoyo que necesitaba. Coloque mis brazos a su alrededor y la acerque a mí, eliminando cualquiera espacio entre nosotras. Quería darle toda la protección que necesitaba.

― Por supuesto que iba a venir. No pienso dejarte sola ―Susurre alejándome un poco para poder mirarla a los ojos ― Siempre voy a estar para ti Mia ― Sonreí ― ¿Está todo bien? ― Pregunté observando cada reacción que tenía.

― Si... ― Sonrió débilmente. Si no la conociera le hubiera creído, pero conmigo no puedes fingir Mia. De todas formas no quería presionarla.

― ¿Vamos a casa? ― Pregunte

― Quedémonos un poco más ― Hablo débilmente, haciéndome ademan para que me sentara a su lado.

¿Quién era yo para negarle esa petición?

Sin hacerla esperar me acomode a su lado, dejándonos prácticamente pegadas la una con la otra. Podía sentir como temblaba, y como no iba a hacerlo, solo llevaba un vestido y una pequeña chaqueta que no abrigaba nada. Sin pensarlo dos veces me saque mi poleron y se lo coloque a su alrededor, ganándome una mirada de agradecimiento de su parte.

― ¿Sabes? ― Hablo de repente captando toda mi atención ― Siempre intento hacer las cosas bien, soy buena persona, intento ser buena chica. Y al parecer a nadie le importa, lo único que le importa a la gente es utilizarte. Te buscan para conseguir algo y cuando lo consiguen se largan, sin importar el daño que pueden causar ― Dijo con la voz quebrada mientras por sus mejillas corrían las lágrimas ― Solo quiero encontrar a alguien que de verdad me ame ¿Es mucho pedir?

Un amor Imposible (Tema Lésbico)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora