Pequeña de ojos azules- Alec Lightwood

Capítulo 29

Por fin habían logrado encontrar la localización de Isaac. Lo único que esperaban era que Valentine también estuviera allí y no le hubiese hecho ningún daño.
El rubio era muy poderoso, pero también algo ingenuo cuando se trataba de alguien a quién quería.
Rebekah se había preparado mentalmente durante todo ese día para enfrentar al tío de su hermano. No sabía si podría lograrlo. Pero estaba segura de que no estaba sola en todo esto.

-¿Estás lista, cariño?- preguntó Magnus llegando al lado de su hija que estaba terminando de alistar sus armas.

-Si, pa. ¿Crees que todo salga bien?-

-Estaremos bien, pequeña- dijo mientras la acercaba hacia sus brazos.

O por lo menos eso era lo que Magnus quería creer. No sabía lo podría suceder con su hija si alguien llegaba a caer hoy.
Los Originales estaban a salvo. Pero el resto era vulnerable, en cierto sentido.
Cuando se separaron, fueron en busca de los demás. Ya todo estaba preparado para salir. La tensión se podía sentir en el aire.

-Gracias a todos por estar aquí y pelear a mi lado- dijo la rubia observando los rostros de su amplia familia.

-No hay otro lugar donde quisieramos estar, pequeña- contestó Klaus regalandole una gran sonrisa llena de cariño.

-Haremos lo necesario para darte la vida tranquila y hermosa que te mereces, Becky- habló Damon compartiendo un pequeño abrazo lleno de significa.

-Nosotros teníamos que hacerlo, pero jamás abandonamos a alguno de los nuestros. Eres mi hermanita y voy a apoyarte hasta el final- dijo por último Jace.

Después del emotivo momento, todos comenzaron a cruzar por el portal que Magnus había creado. Dejando a la reciente pareja a solas por unos momentos.

-¿Tendrás cuidado? No soportaría que algo te pasara- susurró Bekah en el oído de su novio.

-Sólo si prometes que también te cuidarás. No puedo pelear concentrado si sé que pueden herirte-

-Yo me curo en segundo y Bratti cuida de mí. Tú eres quien me preocupa, cariño- contestó besando fugazmente los labios contrarios.

-Ambos volveremos a salvo y luego nos casaremos. Nos merecemos ser felices de una vez por todas-

Una sonrisa seguida de un largo y profundo beso fue compartida entre ambos. Los dos se habían ganado esa felicidad y no querían perderla por nada del mundo.

-Creo que ya deberían cruzar- habló Jace cortando toda la atmósfera romántica que se había formado.

Con un fuerte sonrojo, se separaron y cruzaron el portal. Ya no había vuelta atrás, la pelea final había llegado.
Brat le enviaba señales a la rubia de todo lo que podía sentir cerca del lugar en el que estaban. La presencia demoníaca era fuerte y eso era lo que le preocupaba a la chica. Los vampiros como ella no estaban acostumbrados al veneno de demonio y no sabía como podían reaccionar a él. Tenía terror de perderlos en cualquier momento de la batalla y todo por culpa de ella.

-Hay demonios por todas partes. Y demasiados. Era obvio que nos estaban esperando-

Lo único que había logrado calmarla un poco era que su lobo podía sentir que Isaac estaba bien. Quería hablar con su hermano cuando todo este terminara. No era un mal chico, sólo había sido criado por malas personas y necesitaba amor.

-Dentro del lugar hay varias personas aparte de Valentine y Isaac. Puedo ver un poco de lo que mi hermano ve, pero no demasiado porque ya notaron a Brat y me están bloqueando-

-Hay que entrar sin que nos noten. Aunque no me agrade la idea, sólo una persona puede acompañar a Becky. El resto tiene que atacar por otro lado, así no lograrán sentirnos a todos- dijo Jace observando la mirada algo asustada de su hermana.