🂡♕Sᴇɴ̃ᴏʀ Black♛🂱

•O4•

Cuando la noche cayó, el enmascarado terminó de colocarse la capucha y miró de reojo a Jimin, quien se había colocado un traje ajustado de color blanco que resaltaba su bonita figura.

—Y-Yo... No sé, mejor me quedo.— habló el inseguro chico mirándose en el espejo de cuerpo completo.

Black lo había invitado a cenar en un fino restaurante y sin pensarlo aceptó. Todo hubiera estado perfecto, de no ser porque poco después se enteró de que no estarían solos.

—No tengas miedo— Black se acercó para acariciar suavemente sus mejillas antes de colocarse los guantes de cuero negro— Si no quieres responder a nada, no tienes que hacerlo. Además serán solo unos minutos.

Los labios del menor se fruncieron en una mueca poco convencida y asintió, más por sentirse obligado a obedecer que porque realmente lo quisiera.

—B-Bueno.

Luvith sonrió ampliamente y extendió su mano ya cubierta hacia el chico de menor estatura que de inmediato la tomó.

—Entonces vamos.

...

Música de violines sonaba en aquel elegante lugar mientras que varios pares de ojos le miraban atentamente al llevar cada bocado a su boca con sus manos temblorosas, haciéndolo sentir incómodo.

—Y dígame joven, ¿Cuál es su nombre?— preguntó un señor de cabello canoso con ojos llenos de intriga. No era común que el Señor Black llevara algún acompañante a las cenas, o a cualquier otro sitio.

Jimin abrió la boca un poco nervioso, sin embargo Jungkook le interrumpió.

—Con todo respeto señor Lewis, eso no le incumbe— respondió frío y sin apartar su oscura mirada del hombre mayor— Déjelo cenar tranquilo, la conversación es entre nosotros.

—Y-Yo— el hombre sonrió nervioso y aflojó un poco el nudo de su corbata.— L-Lo lamento Señor Black.

Después de eso, nadie volvió a mirar a Jimin el resto de la cena y aquello le hizo sentir más tranquilo, permitiéndole degustar alegremente la deliciosa comida que llenó su estómago.

—No cenaste nada.— mencionó el menor ya fuera del restaurante, esperando junto a Luvith la camioneta que les llevaría de vuelta al hotel.

—Nunca como nada a la vista de los demás.— explicó señalando la máscara en su rostro.

—Oh, entiendo.— asintió algo triste por el hombre que ahora ni siquiera en la comodidad del hotel podía desprenderse de la máscara debido a su presencia. Debía ser muy molesto.

Jungkook estaba por responder, pero de pronto dos camionetas más aparecieron frente al estacionamiento de una manera tan repentina y rápida que al frenar se escuchó el chirrido de las llantas levantando una humareda de polvo.

—¡Señor Black! — bajó un hombre  alterado junto con otros cuatro.

—Haru... ¿Qué carajos está pasando?

El hombre pelirrojo le miró fijamente y asintió con la cabeza.

—Lo encontramos.

El cuerpo de Black se tensó al escuchar aquella noticia y sin esperar caminó hacia la camioneta.

—Jimin— le llamó viendo el rostro asustado que poseía el menor— Espera a Taylor y cuando llegue, dile que se quede contigo hasta que yo vuelva ¡No te alejes de aquí y no te alejes de él!

La puerta de la camioneta se cerró dejando a un muchacho completamente alterado de pie a mitad de la calle sin comprender absolutamente nada de lo que estaba pasando.